Estados Unidos: siembra tormentas y cosecha tempestades

La tragedia ocurrida en Las Vegas ha puesto en jaque a la administración Trump, pero sin que esto haya inmutado al magnate neoyorquino que, como de costumbre, ha hecho comentarios tibios sobre el evento, sin que ello quite el dolor o convenza a nadie.

Empero, ¿qué esconde este terrible asesinato? La premisa más evidente es que la cultura norteamericana sobre el vaquero del oeste, el soldado de Vietnam, el héroe justiciero anónimo ciudadano y, sin duda, la recreación absoluta de la violencia hecha por Hollywood en la pantalla grande, ha creado un mito absurdo sobre la libertad, el heroísmo y la justicia que hoy se traduce en beligerancia, crimen y muerte.

Con todo este escenario de película, la cultura norteamericana ha creado suficientes elementos para perder contacto con la realidad y para que su ciudadanía perciba en el uso de las armas una cuestión natural, e inclusive, necesaria para resguardar su “seguridad”.

Sin ir más lejos, luego de esta masacre de Las Vegas, las acciones de las empresas productoras de armas en Estados Unidos y más allá de sus fronteras, registraron un incremento de su valor, porque la reacción de los norteamericanos será la de armarse hasta los dientes para defenderse, cuestión que es equivalente a echar leña al fuego para tratar de apagarlo, es decir, pendejada tras pendejada.

Un país como Estados Unidos armado hasta los dientes, invariablemente, habrá de sufrir este tipo de anomias sociales; ya hemos visto en años recientes diferentes estupideces como estas, donde, los propios norteamericanos se convierten en justicieros raciales, religiosos, políticos o defensores de cultos citadinos y oscuros, por lo que a nadie puede extrañarle esta psicología de la violencia y su praxis.

Nadie con tres dedos de frente puede alegrarse ante la tragedia, esto es verdad, pero no podemos dejar de advertir que el estofado se cocina en casa.
mito absurdo sobre la libertad, el heroísmo y la justicia que hoy se traduce en beligerancia, crimen y muerte.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.