Tres meses después de la gala de los Oscar, en que estuvo nominada en cuatro categorías, se estrena Lady Bird, de la realizadora Greta Gerwig.
La heroína del guión, creada por la propia Gerwig, es Christine (Saoirse Ronan), una chica de 17 años con aspiraciones artísticas que se ha cambiado de nombre ante el enojo de su pragmática madre, Marion McPershon (Laurie Metcalf), que tiene los pies en la tierra, a diferencia de su esposo, Larry (Tracy Letts).
Lady Bird no quiere estudiar en su aburrida ciudad de Sacramento, y aunque no tiene dinero, decide enviar solicitudes a todas las universidades del país. En una etapa de rebeldía, Christine pierde su virginidad con Kyle (Timotee Chalamet), quien la engaña diciéndole que también se trataba de su primera experiencia, argucia que le había servido ya en varias ocasiones.
Gerwig, quien también es actriz y escritora, dirige con bastante sensibilidad, sin recurrir nunca al chantaje sentimental y aprovecha a sus excelentes actrices, por lo que este filme es bastante recomendable, que además confirma que la intérprete de “Expiación y pecado”, “Brooklyn” y “Camino de la libertad” es una de las actrices jóvenes más talentosas de la actualidad.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.