“Cero tolerancia a la tortura”, advirtió Raúl Arroyo González, luego de rendir protesta como nuevo titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).
Tras ser nombrado por los diputados locales, con 21 votos a favor y seis abstenciones, como procurador por un periodo de cinco años, Arroyo González refirió que el tema de tortura logra el objetivo en un primer momento, pero es doblemente perjudicial.
Explicó que “la tortura es una práctica que puede hacer que un asunto simplemente se caiga, lo que debemos hacer es eliminar y tener tolerancia cero a esa práctica”. En primer lugar está prohibida y en segundo lugar “avisa que en tribunales no vamos a lograr nada”.
Aunado a lo anterior, reflexionó que la tortura es un espacio de impunidad, porque en caso de tener a una persona responsable de un delito, esa práctica deja sin posibilidad de enjuiciarla.
Tras su nombramiento, el procurador indicó que además de reunirse con el gobernador del estado, para agradecer la postulación y acordar los ejes de trabajo, revisará el comportamiento de la procuraduría, para -entre otras cosas- atender a una sociedad agraviada, molesta, que desconfía de la institución.
“Entrevistarme con el gobernador. Agradecer y recibir sus instrucciones. Estoy convencido que tiene un proyecto para la procuraduría. Yo tengo que plantear mi perspectiva. Habremos de diseñar las primeras acciones conforme el plan de gobierno”, expresó.
Lo que sí dejó claro es que en esta revisión que realizará en la dependencia no habrá violaciones a derechos humanos “ni atropellos”.
Tal y como lo manifestó antes de ser nombrado, Raúl Arroyo insistió en hacer que el sistema que opera el nuevo sistema de justicia penal lo haga de manera adecuada, “el sistema de justicia es una triada donde están la policía, el ministerio público y el Poder Judicial, si una arista falla, el sistema no funciona”.