En plena Serie Mundial, en la que los Medias Rojas de Boston confirmaron que son el mejor equipo del año, se anunció el fallecimiento del inolvidable pelotero y manager Benjamín Valenzuela, por una insuficiencia renal a los 75 años.
Nacido en Los Mochis el 2 de junio de 1933, se ganó el mote de Papelero porque desde muy chico vendía periódicos para ayudar a su humilde familia. Su amor por el rey de los deportes lo llevó a convertirse en el bat boy de los Cañeros de Los Mochis, debutando en la Liga Mexicana en 1954 con los Sultanes de Monterrey a los 21 años bateando .325 con 3 homerunes y 22 producidas.
Sus facultades no pasaron desapercibidas y viajó a Estados Unidos para jugar en las sucursales hasta que en 1958 jugó en Grandes Ligas con los Cardenales de San Luis. Regresó a nuestro país en 1962 para jugar un par de años con el Águila de Veracruz y otros tres con los Petroleros de Poza Rica.
Su mejor año fue en 1964, cuando bateó .294 con 22 homerunes y 99 producidas. Su promedio de por vida fue de .270 con 45 cuadrangulares y 283 carreras producidas.
Con todos los conocimientos adquiridos se convirtió en un magnífico manager de equipos como Los Tigres, y salió campeón con los Alijadores de Tampico en 1975. En la Costa del Pacífico ya había hecho campeones a los Cañeros en 1969, y en 2012 fue considerado el mejor manager de la franquicia y cuatro años después se retiró su número 14.
Descanse en paz este inolvidable pelotero.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.