Barry Seal, el personaje del título del filme de Doug Liman interpretado por Tom Cruise, es un piloto comercial que completa el gasto contrabandeando puros cubanos, hasta que es reclutado por el agente de la CIA, Shafer (Domhall Gleeson), para que transporte armas para los contras en la Centroamérica de los 80.
Seal es contactado casi simultáneamente por el narcotraficante Jorge Ochoa (Alejandro Edda), que lo convierte en un precursor de El señor de los cielos contrabandeando drogas en una avioneta, y que lo hacen recibir una carretada de dinero, que su esposa (Sarah Whright) ya no sabe dónde guardar.
La operación resulta tan exitosa que se expande con Seal adquiriendo un aeródromo y una flotilla de aviones con el beneplácito de la CIA, pues incluso puede llevar a entrenar a los contras que luchan con los sandinistas a Estados Unidos, aunque la mayoría de éstos deciden desertar.
En el filme vemos a personajes verdaderos como el presidente Ronald Reagan, al general panameño Noriega, quien era informante de la CIA, hasta que dejó de serles útil, e incluso al célebre coronel Oliver North, autor del escándalo de lrán-contras.
Liman, famoso por sus cintas de Jason Bourne, trata el asunto con humor y nos hace recordar “Inhala”, una cinta protagonizada por Johnny Depp como un narco exitoso.
American Made es un entretenido filme que hace hincapié en que algo así solamente pudo ocurrir en Estados Unidos, afortunadamente y no para Barry.
https://www.youtube.com/watch?v=FddrZRT6BW0
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
