AMLO arremete contra la UNAM

Tal vez a tres años de distancia los mexicanos ya deberíamos estar acostumbrados a una de las formas de gobernar que han caracterizado a Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, hemos de reconocer que nunca pensamos que su violencia verbal pudiera llegar a instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Dice la historia que la casa de estudios nació en el siglo XVI y al comenzar el siglo XX, es decir en 1900, Porfirio Díaz determinó la creación de la Universidad Nacional de México, para que en 1929 el presidente Portes Gil le diera la calidad de autónoma que ahora tiene -y no falta quien diga que es precisamente con lo que hoy pretende terminar López Obrador-.

Hoy en día la gran mayoría de quienes son o  tuvimos la oportunidad de ser alumnos de la UNAM nos sentimos verdaderamente orgullosos de haber sido parte de su comunidad estudiantil. Personalmente recuerdo que el examen de admisión para ingresar a la carrera lo hice justo el día que cumplía 18 años de edad y cuando, semanas después a través de listas publicadas en el  periódico, me enteré que ya era parte de la universidad, de verdad sentí una especial emoción.

En los días recientes no ha sido una, sino muchas, las ocasiones que el presidente de México ha dicho que “durante el periodo neoliberal la máxima casa de estudios se derechizó, dominada por lo más retrógrada (…) las facultades de Ciencias Sociales se llenaron de conservadores”.

Son incontables las razones que se han dado para explicar los calificativos de AMLO hacia la institución de educación superior de la que también fue alumno en la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública. Los verdaderos motivos tal vez nadie más que él mismo los conozca, pero es cierto que los conceptos vertidos le han valido el rechazo hasta de algunos de sus afines en la trayectoria política-partidista por la que ha caminado hasta hoy el presidente.

Y es que en muchas ocasiones, cuando López Obrador descalifica el trabajo y la trayectoria de empresarios, periodistas, líderes sociales, etcétera, podríamos creer que lo hace porque es gente con quien nunca se ha identificado en ese trajinar por la vida y hoy, con la tribuna más importante del país a sus pies, hace y deshace de estos y otros sectores. 

Así, por ejemplo, arremete contra empresarios que han sabido hacer dinero y muchos de ellos, ajenos completamente a las cuestiones políticas, arrastran el “pecado” de ser mujeres u hombres acaudalados y por ello tienen el rechazo del presidente. Lo mismo critica y en muchas ocasiones ofende a comunicadores que por diversos medios cuestionan o evidencian su trabajo desde el Ejecutivo federal.

Por supuesto que en esa actitud de descalificar a todos los que él cree sus enemigos no se salvan los políticos de otros partidos. De un tiempo para acá las arremetidas más duras y frecuentes son contra los panistas, y con menos intensidad lo hace contra priistas y perredistas. Esta actitud parece que la entendemos: Acción Nacional es quien más fuerza representa después de Morena. 

¿Pero por qué contra la UNAM? Estamos hablando de la institución educativa más importante del país; por encima de universidades privadas muy prestigiadas, nuestra máxima casa de estudios está en el lugar 105 entre las mejores mil 300 universidades de 97 países del mundo, según el QS World University Ranking 2022. 

¿Qué fines persigue el tabasqueño al atizar tan duros calificativos? Entre broma y broma, hay quienes dicen que busca la revancha porque tardó 14 años para obtener su título, o que busca adueñarse de su gobierno y convertir a la comunidad universitaria en sus fiel seguidora. Terminar con la autonomía, pues.

Por el ángulo que se le quiera ver, no parece ser lo más conveniente para México que el gobierno se inmiscuya en la vida académica de la UNAM. Esperamos que esta belicosa actitud de AMLO no encuentre caldo de cultivo entre los miles de estudiantes y al rato seamos testigos de marchas, huelgas y plantones provocados por la irracional actitud del presidente de los mexicanos.

Por hoy es todo,  nos leemos en  la siguiente entrega, pero… Entre nos.  

 

 

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Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.


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ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.