En el kínder jugaban canicas Andy, Ricky, Pepe y Bronki cuando Andy dijo: “chiras pelan”, a lo que Ricky respondió: “serénate Andy, el juego apenas comienza”; Pepe en una actitud sobria dijo: “primero ordenemos el juego, pongamos las reglas”, mientras Bronki se reía y decía: “Al que haga trampa le mocho la mano”.
Andy, Ricky y Pepe miraron fijamente a Bronki y Ricki le gritó: “Bronki, ya pasaron los tiempos en que arreglábamos las cosas a madrazos, ahora lo hacemos con el diálogo”, entonces Andy, enojado, le señaló a Ricky: “pendejo ladrón mentiroso, con qué autoridad hablas de diálogo cuando tú te chingas las canicas y en el fraccionamiento te dicen Ricky, Rickin, canallín”.
Bronki soltó la carcajada y dijo: “además el culero se dice mexicano (refiriéndose a Ricky), y sus canicas las trajo de gringolandia”.
Pepe, que había presenciado la discusión, con mirada seria externó: “Andy, te crees popular porque te siguen los pinches pobretones y siempre quieres repartir todas las canicas aunque no sean tuyas; tú, Ricky, te sientes chingón por la lana que te chingas en el barrio y tú, Bronki, crees que por ser muy bronco los demás te tenemos miedo, pero yo soy el que estudia en la escuela y al que le ponen estrellita”.
Andy le dijo a Pepe: “tus calificaciones provienen de la mafia del poder”, Pepe contestó en corto: “las tuyas, Andy, de llorarle a la maestra que eres pobre”; interrumpió Bronki y dijo: “son bien pendejos, yo le copio a cualquiera y soy independiente y hago con los demás lo que quiero”.
Entonces Ricky sentenció: “culeros, me odian por ser rico, pero hay un dios en el cielo azul y cuando les gane las canicas, a ti Andy, te haré pagar con trabajo comunitario en tu pueblo, a ver si tus cuates pobres hacen el trabajo por ti; a ti, Pepe, te denunciaré por manejar la caja chica de la escuela, te vas a poner blanco y negro del coraje, y a ti, pinche Bronki, te expulsaré de la escuela porque no negocio con delincuentes".
Bronki, exasperado, dijo para sus adentros: “esto me saco por jugar con los mismos pendejos de siempre, nunca aprenderé que debo jugar solo, cuando sea grande me independizaré de estos mediocres que siempre tienen las mismas ideas".
Andy, que era el mayor, dijo: "Bronki, serénate", entonces Bronki con una sonrisa señaló: “dale un abrazo a Ricky, perdona al pelón”; Andy bajó la mirada y dijo: “es que me quiere quitar mi cartera el pinche pelón”, entonces Ricky, encabronado, miró a Andy y dijo: “pinche pobretón moreno y populachero, tengo más varo que los mugrosos de tu casa, ¡serénate cabrón!".
Pepe guardo la compostura pero los increpó: “demagogos, yo soy el único honesto, ustedes siempre se chingan las canicas y ya me tienen hasta la madre, tengo tres años de ser el más honesto del kínder”.
Entonces salió la maestra, que había presenciado toda la discusión, y dijo: “ninguno de ustedes propone nada para arreglar el juego, mientras sus compañeritos esperan mucho de ustedes, así que aquí se acaba el recreo y sus compañeritos a ninguno de ustedes escogerá como jefe de grupo”.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.