Buscamos el respeto del derecho internacional, no ceviche y tacos.
El conflicto en el que se encuentra México con Ecuador ha provocado la pronunciación de una gran cantidad de países en todo el mundo, ya que ninguna nación podría aceptar que ningún otro actor intervenga en una extensión de su territorio, esto significaría un ataque directo contra su soberanía, lo cual, en muchos casos haría presente la inminente amenaza de una guerra, no obstante, nuestro país se ha mantenido firme conforme a su política exterior y ha buscado que se haga valer el derecho internacional a través de la Corte Internacional de Justicia.
La escalada hacia una guerra contra el país andino es una posibilidad un tanto lejana, si bien, dentro de este sistema internacional que supuestamente está basado en reglas, el rompimiento de relaciones diplomáticas entre Estados significa un detrimento total en los intercambios que pueden tener ambas naciones, el comercio se ve limitado, el turismo de connacionales, así como las personas que
residen en dicho país dejan de tener protección del Estado mexicano en caso de cualquier situación y la comunicación entre países se vuelve prácticamente nula, entre otros factores que perjudican a la población en general.
En este sentido, es importante resaltar que la comunicación con el gobierno ecuatoriano es fundamental para la detección de redes de narcotráfico que llegan a nuestro país; sin embargo, no hay que demeritar la decisión de López Obrador dado que era necesaria, más aún cuando ha sido evidente que al presidente Daniel Noboa no le importa en lo absoluto la decisión equívoca que realizó, como se mostró en las declaraciones que hizo recientemente, donde de manera burlona invitó a nuestro presidente a limar las diferencias con un ceviche y unos tacos, lo que nos demuestra una completa indiferencia ante la violenta irrupción que hubo contra la Embajada mexicana, aún y cuando, dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que son miembros prácticamente todos los países del continente, se llevó a cabo una resolución que condena fuertemente los actos realizados por el gobierno de Noboa.
Sin lugar a dudas, este conflicto pudo haberse evitado de diversas maneras y nos enseña que el actual presidente de Ecuador no tiene nociones básicas sobre política y convenciones internacionales, esto mayormente porque la ruptura de relaciones será una disminución en la calidad de vida de los ecuatorianos ya que el comercio México-Ecuador es una relación desigual en la que nuestro país envía una gran cantidad de productos a comparación de lo que se envía desde aquella nación y la falta de importaciones desde México podría encarecer muchas mercancías dentro de la nación andina, por lo que podemos decir con seguridad que el gobierno ecuatoriano actuó impulsivamente y sin tener en cuenta las repercusiones que una acción de esa naturaleza podría desencadenar, atentando contra la integridad del personal diplomático y violando normas que como Estado también le hubiera beneficiado respetar.
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Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.
