La presidenta municipal de Apan, María Zorayda Robles Barrera, ofreció esta mañana una conferencia de prensa en la Casa de la Cultura del municipio para explicar el contexto detrás de los hechos ocurridos en la sesión de Cabildo del pasado miércoles, cuando una manifestación en contra de la instalación de medidores de agua obligó a suspender la sesión.
“Tenemos que partir del origen para entender las acciones”, señaló la edil, al destacar que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Apan (CAAPAN) se encuentra “en quiebra” debido a prácticas arrastradas desde administraciones anteriores.
La alcaldesa lamentó que esta situación afecte directamente la calidad del servicio, pues actualmente sólo se cuenta con 37 empleados, incluidos 10 administrativos y apenas dos fontaneros para todo el municipio.
Durante su intervención, la subdirectora comercial de CAAPAN, Arleth Sánchez, detalló que de las 3 mil 164 tomas registradas, sólo 2 mil 600 están activas, y que existe un alto nivel de morosidad —hasta del 40% en promedio—. De estas, aproximadamente 417 corresponden a giros comerciales, 17 son industriales y 33 públicas. Sin embargo, el padrón de usuarios no había sido actualizado en años, por lo que existe un significativo número de tomas clandestinas y adeudos antiguos que afectan la viabilidad financiera del organismo.
Confirmó también que no se han instalado medidores nuevos durante esta administración, y que los existentes provienen de administraciones anteriores y de una obligación establecida en la legislación estatal para industrias y comercios.
“Los medidores van dirigidos principalmente a comercios morosos con alto consumo, no a domicilios”, afirmó. La funcionaria indicó que no hay ningún plan para instalar medidores en casas habitación cumplidas ni en sectores vulnerables.
Robles Barrera respaldó esta postura y añadió: “Desde el inicio se dejó claro que esta medida no es para el 95% de tomas que son domiciliarias, sino para quien explota el servicio y no paga”. Asimismo, hizo un llamado a la población a acercarse a CAAPAN para resolver dudas o regularizar su situación con facilidades de pago.
“Organismo en alerta”
La alcaldesa reveló que en diciembre pasado el Ayuntamiento tuvo que buscar apoyo externo para cubrir los aguinaldos de las trabajadoras de CAAPAN, ya que no se contaba con recursos suficientes. Criticó las malas prácticas financieras heredadas y dijo que pese a un aumento en la recaudación, aún no se tiene capacidad para contratar más personal.
“Reconozco el trabajo de las y los empleados del organismo, que hacen lo humanamente posible por atender al pueblo con recursos muy limitados”, expresó.
Manipulación y desinformación
Sobre los disturbios en la sesión de Cabildo, Zorayda Robles atribuyó la protesta a la desinformación y a la manipulación por parte de actores políticos. Aseguró que la violencia no es el camino y que el verdadero diálogo se construye desde el respeto.
“El miércoles pasado, con miedo e incertidumbre, no se percataron que incluso el titular de la CEAA, Juan Carlos Chávez, estuvo presente para ofrecer explicaciones. Ese es el tipo de acercamiento que estamos promoviendo”, indicó.
Oposición se deslinda
En días recientes, regidoras de oposición —Ana Inés Álvarez, Samantha Alonso, Lizbeth de Santiago y Gloria Hernández— se deslindaron de la organización de la manifestación y acusaron al gobierno municipal de autoritarismo y represión. Señalaron que la protesta refleja el hartazgo social, y responsabilizaron a la alcaldesa de cualquier agresión que puedan sufrir ellas o sus familias.
Zorayda Robles reiteró que el diálogo con la ciudadanía continúa, pero “debe ser bajo un marco de respeto y escucha activa”.
“Todos vivimos en Apan, lo que les duele a ustedes, también nos duele a nosotros”, concluyó.
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