Covid-19, la amenaza invisible

Hay en el ambiente un asesino silencioso que las personas no ven ni sienten, pero que no respeta condición social, edad, religión o ideología: el COVID-19 está al acecho, invisible a todos pero sus consecuencias son letales.

 

Ignorarlo ha hecho de Estados Unidos un cementerio, pues el gobierno no actuó a tiempo y hasta este lunes ya tenía 583 mil 411 infectados y 23 mil 462 muertos por el virus, más que las 169 mil 628 personas infectadas en España y sus 17 mil 628 víctimas, e incluso superando a Italia que, después de China, se convirtió en el epicentro de la pandemia con 159 mil 516 personas infectadas y 20 mil 465 fallecidos. Afortunadamente México apenas registra 4 mil 661 personas infectadas y 294 decesos. 

 

Los medios dan cuenta de cómo en la vieja isla de Hart, en Nueva York, a través de un avión no tripulado la agencia AP fotografió a trabajadores con trajes protectores blancos cavando una trinchera para depositar ataúdes de las personas fallecidas que no habían sido reclamadas por su familia. De este modo, Estados Unidos y Nueva York se han convertido en el epicentro mundial de la pandemia.

 

El viernes pasado, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, señalaba que el jueves habían muerto 777 personas, 799 el miércoles y 779 el martes, e hizo la comparación con las vidas que arrancaron los ataques del 11 de septiembre de 2001: 2 mil 753 personas, pero el COVID-19 ya había cobrado la vida de 7 mil 844 personas. Según el New York Times, hasta 280 personas mueren cada día en su casa en la Gran Manzana.

 

 

¿REGRESO A LA NORMALIDAD?

En medio de esta catástrofe humanitaria mundial, empresarios y gobiernos en todo el mundo comienzan a hablar del regreso a la normalidad, del fin del confinamiento. Sin duda, el costo económico de la pandemia es incuantificable hoy, pero como lo señalamos en esta columna hace meses, el COVID-19 hundirá en la recesión a todos los países y quizá su impacto sea mayor que la crisis de 2008. Economías como la mexicana podrían decrecer hasta 16% de su PIB, el triple en que lo hizo durante la crisis de los Subprime’s, cuando en 2009 decreció en -4.7.

 

El COVID-19 está afectando a todos por igual. Los países petroleros no ven el final del túnel; con la economía china parada, no por la absurda guerra comercial de Donald Trump, sino por las medidas adoptadas para evitar la expansión del COVID-19, la demanda de materias primas, entre ellas el petróleo, se ha detenido y ha propiciado el enfrentamiento en Arabia Saudita y Rusia, quienes acaban, finalmente, de llegar a un acuerdo para estabilizar los precios del petróleo, los cuales se fijaron prácticamente cerca de sus costos de producción, uno de sus niveles más bajos en cerca de 20 años.

Lo anterior obligó a que la OPEP y sus socios, incluido México, anunciaran el domingo una reducción de la producción de casi 10 millones de barriles diarios. Sin embargo, al margen de la parálisis económica de todo el planeta, el virus se mantiene activo y parece incontenible hasta ahora, por lo que la vuelta a la normalidad será difícil y cobrará muchas vidas.

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.