En una semana de estrenos flojos, se lleva las palmas la cuarta cinta del mexicano René Bueno, “Lo más sencillo es complicarlo todo”, estelarizada por la cantante Danna Paola.
El simplón guión del propio realizador raya en la chabacanería: la chavita fresa queretana de 17 años, Renata (Danna Paola), ha estado enamorada desde pequeña del mejor amigo de su hermano, el presentador de noticias Leonardo (Alosian Vivancos); ve con horror cuando el joven, 12 años mayor que ella, se enamora de la escultural rubia, Susana (Marjorie de Souza) y decide boicotear la relación con todo tipo de estratagemas, con la ayuda de su amiga del alma, Valeria (Daniela Wong), quien está obsesionada con los feos y gorditos.
Bueno pretende mostrar su cinefilia homenajeando, entre comillas, a clásicos del séptimo arte como “Lo que el viento se llevó”, pero lo único que consigue es caer en el ridículo.
Los diálogos resultan anodinos y chabacanos, mientras que las actuaciones son bastante lamentables. Como si eso fuera poco, hay que soportar algunos números en inglés de la cantante, por aquello de que busca la internacionalización.
En suma, “Lo más sencillo es complicarlo todo” hace honor a su título y resulta un aburrido filme que sólo aguantarán los fanáticos de Danna Paola, el resto mejor huya despavorido.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
