Se trata de una adaptación de la obra teatral homónima del realizador, que se filmó en instalaciones universitarias durante la pandemia.
La anécdota resulta muy simple. Una oficina en la que laboran tres abogados está a punto de cerrar y uno de ellos será despedido.
El jefe Mendieta (Rodrigo Vázquez) deberá elegir entre el veterano Zúñiga (un espléndido Alvaro Guerrero) y el entusiasta Lucas (Quetzalli Cortés) a quien despedir.
En el transcurso de la jornada se regodea menospreciando a sus subalternos, echándoles en cara sus errores y enfrentándolos entre ellos para tratar de tomar su decisión.
El director de Nocturno no oculta el origen teatral de la obra, que por momentos recuerda Almacenados de Jack Zagha Kabable, por su claustrofóbico escenario.
Incluye además inteligentes diálogos que hacen alusión a la situación política del país, pero el peso del filme recae en los tres actores, en donde se lleva las palmas el intérprete de Amores perros y La civil.
Partida resulta pues una efectiva adaptación teatral que no hay que perderse.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
