La Secretaría de Cultura transmitió, en sus redes sociales, la mesa de diálogo Patrimonio biocultural, en la cual se habló acerca de la importancia biológica y cultural de los agaves de América.
Jorge Alberto Escutia Sánchez, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, explicó que de esta planta, exclusivamente americana, hay 130 especies endémicas de México, linaje que, se cree, hace 8 millones de años surgió en el Altiplano, y afirmó que existen restos arqueológicos en los que se aprecia su uso.
Plácido Roque, miembro del colectivo Wäda, de El Cardonal, explicó que esta agrupación busca dar a conocer el trabajo que se realiza, sobre todo, con la lechuguilla y el maguey, dos agaves de la región, mediante talleres y pláticas.
Antiguamente, la fibra llamada ixtle se usaba para fabricar costales para la minería, explicó Roque; sin embargo, dijo, con el declive de esta actividad económica se tuvieron que crear alternativas artesanales, como manteles, chalecos, diademas, aretes e incluso vestidos de novia, además de productos tradicionales como escobetillas, cepillos y lazos, tras un laborioso proceso de hilado con torno. Existen de 80 a 100 diseños de artesanías, manifestó.
La pulpa de la lechuguilla, el xité, que se usa como jabón, es el producto más vendido, compartió Plácido Roque y expuso la necesidad de reforestar anualmente.
Entre las mayores preocupaciones de los integrantes de Wäda, explicó el artesano, se encuentran el desinterés de las nuevas generaciones; la existencia de productores que tallan a máquina la lechuguilla para extraer el producto, lo cual arranca toda la planta, al contrario de la técnica manual; las plagas del maguey, y los bajos costos que los compradores otorgan a sus productos.
