En un plano de búsqueda de reflectores, los partidos del antiguo régimen en Hidalgo pretenden convertirse en custodios de la obra pública del gobierno de Julio Menchaca, mandando un fiero mensaje de “no permitiremos más corrupción”, frase que sólo los alude de manera diametral a ellos porque están conscientes de que la corrupción se pavimentó desde el antiguo régimen del PRIANISMO.
En un intento al estilo de Brozo, el payaso derechista y tenebroso, el diputado panista Asael Hernández, de autoadscripción indígena, con la mira del uso de una curul en “representación” a los pueblos originarios de Hidalgo, se ha pronunciado en torno a que el PAN habrá de vigilar el proceso de construcción del Centro Administrativo y de Servicios para el Pueblo (CASP), a título de que el aval que dio al presupuesto el PAN para este centro de 2 mil 900 millones de pesos no es una patente de corzo para el gobierno de Julio Menchaca.
El comal le dijo a la olla
Si la ciudadanía no conociera la radiografía y la corrupción del antiguo régimen, mis únicos y queridos lectores, la postura del diputado Asael Hernández podría engrosar esa ética pública que se requiere en todo gobierno. Empero, como sabemos, no fue la abuelita quien se comió al lobo feroz; por lo que el comal le dijo a la olla es la alegoría de que el PAN no tiene autoridad moral como para darse golpes de pureza, exigiendo o demandando su supervisión sobre la obra pública en el gobierno de Julio Menchaca.
Anacleta no te enojes
La adscripción de Asael Hernández como indígena es más que una estela de duda y laberinto que huele a depredación política de los escaños del Congreso de la Unión, y devela que cuando la ocasión la pintan calva, la pantomima y el mimetismo político advierten que ha llegado la hora de hacer del festín orgiástico el culmino de la trayectoria política.
No me defiendas Pánfilo
Al estilo de la Gestapo, resulta que Asael Hernández ha dejado la visoria del CASP a la diputada del Congreso local y expresidenta de Acción Nacional en Hidalgo, Claudia Lilia Luna Islas, a quien entrevisté y me aseguró “que el PAN no busca el poder”, condición que me dejó intrigado, viniendo en aquel entonces de una presidenta de partido, cuando las pruebas de ascenso de Vicente Fox y Felipe Calderón tiraban por tierra sus palabras, ya sea por desconocimiento político o por oscurantismo religioso.
Es este trazo agudo de “te dejo para que no nos duerman”, Asael Hernández ha comisionado a Claudia Luna al más puro estilo de la Gestapo, claro, sin las herramientas de investigación y tortura que tenía la Gestapo para cautelar, protege e indagar. En todo caso, todo indica que más allá de cautelar la obra pública del gobierno de Julio Menchaca este es un acto circense para que, en la tercera pista, Brozo aplauda la suspicacia y aparente “toma de responsabilidad del blanquiazul en la arena política”.
En una muestra pálida de virtud política, Asael Hernández expuso sobre el voto de aprobación que hizo posible la construcción del CASP: “A ver, yo fui presidente municipal, sé lo que se gasta en rentas cuando no tienes inmuebles propios y a lo mejor es una inversión porque no lo vemos como un gasto social”; ¿cómo, señor diputado, se crea un Centro Administrativo de Servicio para el Pueblo y no es un gasto social?, entonces, ¿qué entendemos por gasto social y a quién le sirve el CASP?, ¿quizá los 600 tinacos que ha repartido el PRI son un gasto social?, ¡tengo ganas de llorar Pánfilo!
Te digo Anacleta, esto es un puzle.
Darse golpes de pureza es la primera manifestación de que no se tiene inocencia.
El comal le dijo a la olla.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
