Aunque quizá al presidente Donald Trump no le interese mucho saberlo, Jean Chrétien, ex primer ministro de Canadá (1993-2003) y el expresidente estadounidense Bill Clinton han compartido un panel en un evento organizado por el Consejo Empresarial Canadiense Americano en el Centro de Convenciones Metropolitano de Toronto, Canadá, en el cual concluyeron que sería muy costoso para Estados Unidos poner fin a su participación dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El miércoles pasado, los dos exmandatarios no tuvieron sino palabras de elogio para el TLCAN, según la prensa canadiense. Al analizar las relaciones entre Canadá y Estados Unidos y responder sobre las pretensiones de Trump de sacar a su país del TLCAN, Chrétien señaló que el costo sería muy alto.
Mientras que Clinton argumentó sobre los efectos positivos del TLCAN en las economías de los tres países, así como de los enormes lazos políticos que unen a Canadá y a su país, dejando a un lado las críticas de Trump, quien desde que inició su carrera por la presidencia amenazó con salir del TLCAN por ser desfavorable para su país y sólo beneficiar a México.
Según Clinton, el acuerdo firmado entre Canadá, Estados Unidos y México en 1993 fue el correcto, y si bien su impacto en el número de empleos creados ha sido modesto, de acuerdo a varios estudios, ha sido beneficioso para los tres países por su calidad. Esta opinión la comparte Chrétien, quien precisó que existen 35 Estados de EU donde el mayor cliente es Canadá y ahí los empresarios y trabajadores están preocupados.
Según la prensa canadiense, a Jean Chrétien no le preocupa el cuestionamiento de los estadounidenses al desarrollo actual del comercio, ni la reciente imposición de aranceles a la madera canadiense y la creación de derechos compensatorios sobre los aviones de la Serie C de Bombardier, pues de acuerdo a su opinión son temas que tienen siempre una solución, afirmando que prefiere la discreción en las negociaciones comerciales actuales del TLCAN a negociarlo por Twitter.
Nada está escrito sobre el futuro del TLCAN, pero es cierto que ponerle fin provocaría una enorme desviación del comercio internacional actual y, quizá, una reducción del comercio mundial de manera coyuntural, en tanto no se reorienten los flujos comerciales, afectando la planta productiva de los tres países y el empleo.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
