Fayad, más allá de la historia fallida

Omar Fayad, al consolidar una buena relación con López Obrador, quedó más allá de la historia fallida del PRI y, quizá, aún esté por escribir nuevas páginas en la palestra política de México, ¿lo hará en Morena?

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

Cuando Dios te quiere dar, a tu casa te va a dejar. Mis únicos y queridos lectores, desde que el tlatoani -con el colmillo de los políticos de activismo de antaño- vislumbró que Hidalgo era un punto estratégico en la consolidación política del epicentro del país, tendió una relación con el entonces gobernador Omar Fayad, tratando de cerrar filas en torno a la 4T que iniciaba con bombos y platillos.

 

Omar Fayad percibió que la relación con López Obrador le permitiría sacudirse tanto la putrefacción del antiguo régimen, como los resabios y desencuentros con una clase política en decadencia que estaba a punto de perecer. Los desencuentros entre Omar Fayad y Carolina Viggiano no se habían fraguado de la noche a la mañana, y el momento del encuentro con el tlatoani era preciso, silente y quirúrgico de un magistral pacto político. Los meses transcurrían y se acercaba a Hidalgo la sucesión del gobierno de Fayad Meneses, y Julio Menchaca se encontraba en la justa por la gubernatura.

 

La añeja estructura política operativa del PRI en Hidalgo había colapsado. Los incentivos y prebendas, acuerdos y negociaciones, lo mismo en la Huasteca que en el Mezquital se habían erosionado, al grado que los caciques, hartos de incumplimiento e inmovilidad, se habían adherido al proyecto de Morena, algunos con las suspicacias de los negocios habidos y por haber, y otros frente a la masacre político-electoral que se avecinaba.

 

Las gestiones del PRI Hidalgo fueron tenues e incipientes para operar en la elección, donde cara a cara, Carolina Viggiano y Julio Menchaca se enfrentarían en un viaje político a la gubernatura sin retorno.

 

Omar Fayad, a diferencia de los gobernadores anteriores del PRI, construyó estratégicamente un laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar). En los hechos, su no participación e intervención en la elección era la mejor participación e intervención a la que podía sumarse en un escenario que presagiaba tormenta para el bastión priista de Hidalgo, que vivía el último aliento del parque jurásico.

 

Lo fatídico hizo válidos los pronósticos. Julio Menchaca se erigió como gobernador de Hidalgo y le propinó la puntilla al bastión del dinosaurio. Para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo. Omar Fayad quedaba más allá de la experiencia fallida del PRI, al que meses después abandonaría y se iría a disfrutar de las cumbres nevadas nórdicas, dejando atrás la derrota del parque jurásico en Hidalgo, pero jamás la antipatía política de Carolina Viggiano.

 

Te la cobro de inmediato

 

Omar Fayad no puso tierra de por medio, hasta que construyó el Grupo Plural Independiente; no sin que esto ocasionara el estupor de los políticos de la vieja guardia priista como Francisco Olvera. En los meses que precedieron a su nominación en la Embajada de Noruega por el tlatoani, Fayad Meneses sufrió el constante hostigamiento de las huestes del PRI, que se daban vuelo tratando de cruzar los vientos de la Estafa Siniestra en su administración y queriendo cobrarse las cuentas pendientes.

 

Empero, Omar Fayad se fortaleció en los vínculos con Morena y en más de una ocasión ha sonado su nombre para incorporarse al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que significa que en su persona no existe daño que perseguir, y lo que no sucede con funcionarios de su administración que se encuentran en la mira infinita de la Estafa Siniestra, porque esta red de corrupción tiene más pelos que una araña.

 

Odio quiero más que indiferencia

 

En los entretelones de los corrillos políticos, Carolina Viggiano no le ha quitado el dedo de encima a Omar Fayad, y le ha dedicado cantaletas y alusiones, de las que la que se lleva las palmas es cuando lo llamó “nalga pronta”, alusión de doble filo. Hasta ahora, la animosidad política de la senadora Viggiano Austria contra el exgobernador Fayad Meneses no ha cesado y, quizá, jamás sea subsanada.

 

Omar Fayad quedó más allá de la historia fallida del PRI y, quizá, aún esté por escribir nuevas páginas en la palestra política de México, ¿lo hará en Morena?

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.