Martha Sáenz
La primera cita de los diputados tuvo lugar el martes en la Torre Legislativa, donde Asael Hernández Cerón propuso como integrantes de la Junta Preparatoria a Susana Ángeles como presidenta y Mayka Ortega como vicepresidenta, así como a Miguel Peña y Crisóforo Rodríguez como secretarios, quienes fueron aceptados y realizaron los trabajos en cuestión.
Durante la sesión destacó el hecho de que la mayoría de los diputados de Morena llegaron juntos, salvo personajes como Tatiana Ángeles y Humberto Veras, además que Víctor Trejo fue quien llevó la mayoría de la porra que al final de la primera sesión salió con cartulinas fosforescentes para mostrarle su apoyo y rechazo al alcalde de Zimapán, lo que hace evidente su aspiración a ser presidente de dicho municipio.
Hasta ahí el día parecía transcurrir con normalidad, aunque se percibía la tensión entre acompañantes de Morena y trabajadores del Congreso local, situación que conforme avanzó el día se hacía más evidente. Después de un par de horas, la sesión constitutiva de la LXIV Legislatura se llevó a cabo en el recinto legislativo, que para este momento se había atiborrado de militantes y simpatizantes de Morena gritando consignas; sin embargo, es obligación decir que en ningún momento dieron muestras de violencia o conductas semejantes, pero sí llevaron porra para verse “fuertes”.
Durante el pase de lista los animosos aplaudieron y aclamaron a los 17 diputados locales guindas y abuchearon a Asael Hernández Cerón, pero exaltaron su rechazo a María Luisa Pérez Perusquía, a quien corearon un “¡fuera, fuera!”.
El primer round real fue al elegir a la Mesa Directiva, que terminó ganando Morena con Humberto Veras Godoy como presidente, Dora Alicia Martínez Bautista como vicepresidenta, Jorge Mayorga Olvera como secretario y, la sorpresa: Marcelino Carbajal Oliver, del PANAL, como segundo secretario (¿acuerdos?); la propuesta fue aprobada con 17 votos a favor, 11 en contra y 2 misteriosas abstenciones.
En ese momento el público partió en gritos de: “Es un honor estar con Obrador”, e “Hidalgo”, según el grupo político del que procedieran, lo interesante es que los morenistas parecieron liberados y pudieron gritar a todo pulmón sus consignas, es decir, la encomienda de tomar la Mesa Directiva se había realizado y ahora sí podían alzar su voz.
En cuanto Humberto Veras Godoy ocupó la mesa en presidium, declaró un receso para discutir la integración de la Junta de Gobierno por considerarse un tema trascendental, para reunirse coordinadores de bancadas –tal como lo dicta la ley- y votar a quien presidiría el órgano colegiado. El resultado fueron 5 votos a favor de María Luisa Pérez Perusquía y 2 en contra.
A esto siguió la desaparición de la bancada morenista, que dejó al PRI, PAN, PRD, PT y PES como “Cenicientas”, esperando hasta la medianoche en un intento de exhibir la irresponsabilidad del grupo mayoritario. De pronto, un poco antes de las 12 de la noche, comenzó a circular por parte de los legisladores guindas una interpretación a la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Hidalgo en su artículo 99 que dice: “Para el funcionamiento de la Junta de Gobierno se observará lo siguiente: II.- La Junta Gobierno tomará sus decisiones por consenso, pero en el caso de que éste no se obtenga las adoptará por mayoría de votos de los Coordinadores de los Grupos Legislativos, quienes dispondrán de voto ponderado conforme al número de diputados que integren sus respectivos grupos respecto al total de la Legislatura”.
Inmediatamente “alguien” al interior del Congreso reviró –y circuló en redes sociales-: “La designación de orden anual para presidir la Junta de Gobierno es una decisión que en términos del artículo 99 fracción II debe de adoptarse por consenso (acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo DAE) y por falta de éste entra el voto ponderado de los Coordinadores. Morena representa 56.66%”. Esto quiere decir que Hidalgo posee un buen número de jurisconsultos, pero que si la acción de Regeneración Nacional prevalece, se diría que “algunas personas” no reformaron correctamente la legislación y dejaron pasar un gol del grupo mayoritario que busca a toda costa imponer su palabra.
Otro de los argumentos con que los morenistas justificaron su negativa para que Pérez Perusquía presida la Legislatura es que anteriormente para hacerse de dicho cargo la legisladora argumentó ser mayoría y entonces los guindas reviraron que “entonces las minorías sí contaban”.
Mientras el debate jurídico ocurría en redes sociales, los 11 legisladores (PRI, PAN, PRD, PES, PT) tomaron lugar en sus curules y entablaron un diálogo “transparente” en el Pleno, es decir, trataron de generar una mejor imagen que la de su homólogos, que no se quedaron ni avisaron si iban a ver el partido de futbol o a sus casas. Después brindaron posicionamientos ante los medios de comunicación y Asael Hernández dio la sorpresa al emitir mejores argumentos que la bancada priista, ansiosa por pelear el liderazgo y obtener un poco de cámara.
Aunque también Jajaira Aceves Calva respondió firmemente cuando se le cuestionó sobre su cambio del PANAL al PES, diciendo que fue una decisión personal, que los maestros seguirán siendo su bandera y que es un cambio válido aceptado en la legislación anterior, por lo que no se explicaba la necedad de exhibirla en ese sentido. Pareció que Aceves y Hernández podrían ser buenas opciones.
Y así, la sesión quedó inconclusa con la posibilidad de que algo cambie según las decisiones de Morena, que podría iniciar una pelea jurídica para votar la presidencia de la Junta de Gobierno o abrirse al diálogo para dejar el primer año a la priista plurinominal.