Golpe de Estado a Julio Menchaca

La actitud de las fuerzas de la izquierda radical en Hidalgo no es nueva. Sin embargo, su trazo de beligerancia endogámica parece advertir una estela a título político de “golpe de Estado” sobre el gobierno de Julio Menchaca en una situación, a todas luces, de un pragmatismo absurdo y fuera de lugar.

En un viraje de 180 grados, las condiciones de la lectura política en Hidalgo han volcado nuevos ingredientes al ajedrez político que no estaban contemplados en los desafíos de la continuidad política del gobierno de Julio Menchaca, frente a una flagrante intentona de golpe de Estado de la facción Izquierda Unida que, en su radicalización, intenta a través de la revocación de mandato, materialmente, deponer a la actual administración gubernamental.

 

En franca desesperación política, Tonatiuh Herrera, dirigente de Izquierda Unida, ha impugnado el porcentaje de firmas que se requieren para llevar a cabo la revocación de mandato en Hidalgo. Esta condición es ajena a la ingeniería electoral y nada tiene que ver con la actual legislatura del Congreso local; su amparo legal precede al gobierno de Menchaca Salazar.

 

Si bien es cierto que a nivel nacional se exige en el recabo de firmas el equivalente al 3% de la lista nominal, la ingeniería electoral al respecto en Hidalgo es anterior a la instauración de la actual legislatura del Congreso local y ello evidencia que Izquierda Unida pudo haber cuestionado sexenios atrás esta formalidad legal que hoy impugna, tratando a toda costa de increpar la legalidad del proceso y en una actitud abiertamente golpista.

 

En el clima de reacción normal de la lectura política en Hidalgo se había advertido en diferentes espacios de análisis, la crisis-extinción del PRI y la debacle política del PAN. Sin embargo, no habían existido elementos sustantivos para evaluar el encontronazo endogámico de las fuerzas de choque de izquierda radical que encabeza Tonatiuh Herrera y que en una reacción de incapacidad política y manejo de escenarios se han predispuesto al golpeteo hacia la gestión del gobernador Julio Menchaca.

 

Izquierda Unida es una expresión tribal que AMLO desterró de Morena. No obstante, Izquierda Unida en Hidalgo, ante su radicalización, pretende utilizar un instrumento democrático como lo es la revocación de mandato para crear una querella política en contra de la administración de Julio Menchaca.

 

Dos eventos a destacar quedan en el análisis.

 

El crecimiento del capital político y la aprobación del gobernador Julio Menchaca han causado un efecto dominó, tanto en las fuerzas de la derecha que se constriñen a su mínima expresión política, como en las fuerzas de la izquierda radical que no encuentra espacios de ascenso dentro de los cuadros de Morena Hidalgo ni en torno a las estructuras institucionales.

 

Por otra parte, para la izquierda radical, encabezada por Tonatiuh Herrera, y que convoca a personeros como Pablo Vargas González, la oferta política de Morena Hidalgo se ha tornado insuficiente frente a sus pretensiones de conducción política, por lo que han surgido no sólo manifestaciones violentas de descontento hacia la gestión de Menchaca Salazar. En un marco de beligerancia, Izquierda Unida ha pretendido polarizar la realidad social frente a la tragedia del huracán Priscilla y en esta estrategia, golpear y empoderarse en las estructuras del partido guinda, donde Marco Rico sigue padeciendo las arenas políticas de grupos de poder endogámicos y externos.

 

Sin duda, la revocación de mandato se encuentra como la manzana de la discordia para la izquierda radical y radicalizada en Hidalgo.

 

La actitud de las fuerzas de la izquierda radical en Hidalgo no es nueva. Sin embargo, su trazo de beligerancia endogámica parece advertir una estela a título político de “golpe de Estado” sobre el gobierno de Julio Menchaca, en una situación, a todas luces, de un pragmatismo absurdo y fuera de lugar.

 

Impensable en la evaluación de los números que asisten a la aprobación de la gestión de Julio Menchaca, se encuentra la revocación de mandato. En los hechos, la convocatoria no ha calado en el ánimo de la ciudadanía y pese a que los grupos de izquierda radical han tratado de difundirla, tampoco han tenido éxito.

 

El lculo político de la izquierda radical de Hidalgo, que encabeza Tonatiuh Herrera, y su conexión con los grupos radicales de Morena a nivel nacional, ha sido tirar la gestión de Julio Menchaca para, en un golpe de Estado, intentar empoderarse. No obstante, las condiciones democráticas no están dadas para un fin espurio de esta magnitud y, mucho menos, para el ascenso de la izquierda radical que, en la violencia, pretende instaurar el desconcierto y polarización política en Hidalgo y la nación.


ARCHIVADO EN:
, , , , , , , , , , , ,



Right Menu Icon