Redacción
Varias reyertas se han producido este miércoles por la tarde entre policías y manifestantes que reclaman la partida del presidente brasileño Michel Temer.
Miles de personas protestaban en la capital de Brasil en demanda de elecciones anticipadas para reemplazar al Gobierno del presidente Michel Temer, acorralado por un gigantesco escándalo de corrupción, y exigir que el Congreso no apruebe sus impopulares medidas de austeridad.
La policía dispersó a grupos de manifestantes con gases lacrimógenos y procedió a varios arrestos. Las detonaciones y la humareda de los gases se percibían desde el interior del Congreso.
Al menos 25 mil trabajadores convocados por las principales centrales sindicales del país confluyeron el miércoles hacia Brasilia, para pedir la partida de Temer -acusado por denuncias de corrupción- y el fin de las medidas de austeridad.
Temer se negó a renunciar la semana pasada luego de la divulgación de nuevas denuncias de corrupción que lo involucraron a él y a sus principales colaboradores, lo que dejó a su agenda de gobierno al borde del colapso.
"No renunciaré. Destitúyanme si quieren, pero si me retiro, estaría admitiendo culpa", sostuvo Temer, tras negar acusaciones de corrupción y de obstrucción a la justicia en una extensa investigación sobre pago de sobornos.
La manifestación más nutrida se registró cerca del estadio Mané Garrincha de Brasilia y mucha más gente se sumaría en el camino de la marcha hacia el Congreso.
La policía acordonó el Parlamento, donde los legisladores se reunieron para discutir sobre una eventual transición al Gobierno de Temer si el mandatario renuncia o es destituido. Si eso pasa, el Congreso tendría 30 días para elegir a un sucesor que lidere al país hasta las elecciones de 2018.
Sin embargo, Temer reiteró que no renunciará incluso si es acusado formalmente por el Tribunal Supremo, de acuerdo a una entrevista publicada el lunes por el diario Folha de S. Paulo.
