La cloaca en Pemex

De acuerdo con información extraoficial, desde la semana anterior llegó a la refinería Miguel Hidalgo un buen número de militares como parte del plan de gobierno federal contra el robo de combustible, que a no dudarlo se ha convertido en nuestro país en un ilícito tan grave como el narcotráfico.

Desafortunadamente el tema en Hidalgo no es un asunto menor, al grado que tan sólo en esta región, y sobre todo en Tezontepec de Aldama, en un recuento no oficial informaba Nueva Imagen de 55 homicidios durante el 2018, cuyo origen casi siempre fue la disputa entre huachicoleros. Y en este 2019 las cosas no pintan mejor cuando antes de cumplir la primera quincena de enero ya damos cuenta de cinco muertos por causas similares en el vecino municipio, dentro del triángulo rojo Tula-Tezontepec-Tepetitlán.

Así las cosas, el presidente López Obrador dio a conocer el último jueves del año pasado el llamado Plan Conjunto de Atención a Instalaciones Estratégicas de Petróleos Mexicanos y con él datos que, de ser ciertos, son para preocupar a cualquiera y que dejan al descubierto la red de complicidad en la que está sumergida Pemex y que a bote pronto es la respuesta lógica de la crisis económica en la que desde hace años vive la que fuera la más importante paraestatal de nuestro país.

AMLO señaló que al interior de Pemex hay una red de funcionarios y empleados “encargados” de sustraer el equivalente a 600 pipas de hidrocarburo de 15 mil litros cada una, que se traduce en un robo de 200 millones de pesos cada día. Estas cifras significan el 80 por ciento del combustible; el 20 por ciento restante es el que extraen de los ductos, tal como sucede en esta zona de nuestro estado de Hidalgo.

No resulta fácil imaginar la magnitud del asunto, pero tenemos muy claro que en el ilícito tuvo que haber –o hay– complicidad desde los más altos niveles de Petróleos Mexicanos. Se informó de la detención de tres funcionarios cuya identidad no se reveló, pero está más que claro que en esta trama delictiva son más, muchos más, los involucrados.

Se aseguró que del tema sabían –¿y participaban?– los directores de los tres últimos sexenios, es decir de los panista Fox y Calderón y del priista Peña Nieto. Se dio a conocer que de manera inicial se integraron para resguardar las instalaciones petroleras, entre ellas la refinería de aquí, 4 mil elementos de las fuerzas armadas, que como decíamos al comienzo de este espacio, ya están en plena labor aparentemente desde la semana pasada.

Por cuanto a que “apenas” es el 20 por ciento del combustible robado el que extraen de los ductos de Pemex y que el 80 por ciento restante sale desde el interior de las refinerías, refleja una parte de la gravedad del asunto. Es decir, todo el combustible que a diario vemos y sabemos sacan del triángulo rojo, es apenas una mínima parte comparada con el total que equivale a los 200 millones de pesos diarios.

Para darnos una idea de la magnitud, se dice que el volumen de gasolinas robadas es mayor a toda la gasolina que consume el parque vehicular de la Ciudad de México es sus 322 estaciones de servicio con venta de Magna y Premium y el 70 por ciento de la que se ocupa por día en el Estado de México a través de sus 913 gasolineras.

Y es que resulta increíble saber que Pemex pierde en un año algo así como 60 mil millones de pesos, que es lo que se calcula durante el pasado 2018. No puede existir una empresa en el mundo –por supuesto– que resista un saqueo de esta magnitud y que en los últimos 20 años nadie haya hecho nada.

Y claro que no es solamente el saqueo, el asunto va más allá, pues es necesaria una compleja red de complicidad para desplazar 600 pipas de gasolina diariamente sin que nada ocurra, salvo la detención de uno o dos sujetos sorprendidos por las fuerzas policiales con dos o tres bidones llenos de gasolina. Ciertamente esto es la pura pantalla, como dijo el propio presidente Andrés Manuel.

Este asunto ha servido para saber que por cada pipa de Pemex que transporta combustible, hay nueve vehículos de particulares con esa misma tarea, y hoy de acuerdo con el padrón de empresas circulan por todas las carreteras del país 14 mil autotanques y semirremolques, de las cuales mil 500 son de Pemex y todas con autorización vigente de la Comisión Reguladora de Energía.

Acerca del tema de robo de combustible, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya advirtió que no será tarea sencilla combatirlo con eficiencia. Habrá que reforzar la calidad de las instituciones policiales y judiciales en nuestro país, añadió el prestigiado organismo.

Y es que en este sentido nos hemos referido una y otra vez, que mientras no se extirpe el cáncer de la corrupción de policías de los tres niveles de gobierno, ministerios públicos, jueces y todas las autoridades que por su naturaleza deben conocer de estos ilícitos, la tarea de combatirlos será tiempo perdido, o sea imposible.

Ya sabemos que el gobierno federal va comenzar en marzo la construcción de una nueva refinería. Será en Dos Bocas, estado de Tabasco. Para muchos ello no representa la mejor decisión, sin embargo López Obrador ha dicho que el plan va adelante al igual que la construcción de Tren Maya y del aeropuerto en Santa Lucia, que son sin duda los tres proyectos emblemáticos de este gobierno.

En el tema de la refinería se sabe que desde antes de tomar posesión del cargo, el ahora Ejecutivo federal ya trabajaba en los terrenos, de manera tal que en dos meses se inician formalmente los trabajos. A final de cuentas esperamos que el plan de las autoridades resulte lo mejor para los mexicanos y que en este sentido, además de contar con una nueva refinería, las seis existentes trabajen a su máxima capacidad y sobre todo se termine el robo de combustible en todas ellas y en sus ductos.

Sin duda que si el gobierno de México consigue lo anterior, propios y extraños vamos a reconocer que efectivamente vivimos ya una transformación como en su momento lo fue la Independencia, la Reforma y la Revolución; es decir, seremos parte de una histórica Cuarta Transformación.

Que así sea.

Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…Entre nos.

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Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.






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ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.