Empieza la temporada de estrenos de cintas nominadas al Óscar y una de las favoritas es Los Fabelman, de Steven Spielberg, nominada a siete óscares, que se estrenó en la Cineteca Nacional y en la cartelera comercial.
El otrora niño prodigio de Hollywood ha entrado en una etapa nostálgica de su carrera y el año pasado le dedicó a su padre una gratuita nueva versión de Amor sin barreras, que solamente ganó uno de los siete óscares para los que estaba nominada; ahora con los Fabelman pretende hacer un homenaje a su madre, Mitzi, interpretada por Michelle Williams.
Lo fallido del asunto es que Spielberg trata de quedar bien con todos y el divorcio de sus padres es visto como una tragedia esperada, en la que nadie tiene la culpa.
En el colmo de la egolatría, las películas caseras del joven Spielberg son presentadas sin el humor de Be kind rewind, de Michel Gondry, sino como trabajos profesionales. Las actuaciones tampoco son muy convincentes, con excepción de Judd Hirsh, que se roba la cinta en su corta interpretación del tío excéntrico. Paul Dano está muy contenido, en tanto que Seth Rogen tampoco convence en su primer papel serio.
El director no puede evitar caer en los lugares comunes del bullying y la religión. Si acaso, se puede rescatar el cameo de David Lynch como John Ford, un genio al que nunca podrá igualar Spielberg.
The Fabelmans resulta ser, pues, una decepción, ya que se esperaba más del director de Rescatando al soldado Ryan y Tiburón.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
