Para la elección del 5 de junio para gobernador hay dos partidos que son los tiburones de este mar de tormentas y ciclones y que tienen dientes y fuerza para la pelea: MORENA Y PRI, y cinco partidos que son las rémoras de estos tiburones, que como el pescado del que hablamos se pegan al tiburón y se alimentan de los desperdicios que les dejan.
La rémora tiene en la cabeza una especie de ventosa con la que se pega al tiburón y encuentra transporte y comida gratis.
Haga usted de cuenta los partidos políticos que se le pegan a Morena y al PRI para la elección que viene, en que todo es ganar y siempre de acuerdo a la suerte del tiburón elegido.
LAS RÉMORAS DE MORENA
Pegados a Morena y con la esperanza de tener una rebanada del pastel si gana Menchaca, nadan a su alrededor sintiendo que ya están en el cuarto piso con poder y dinero el PT, PARTIDO VERDE Y NUEVA ALIANZA.
Ninguno de ellos con la fuerza suficiente como para nadar solos en la elección y atentos a la suerte del pez grande.
El PT con una historia no tan grata y casi siempre negociando lo que tiene por beneficios económicos. El Verde con una presencia mínima y apostando todo a que Morena lo lleve al paraíso del poder. En cuanto a Nueva Alianza pudiera ser considerado como una rémora con cierta presencia.
Y, sin embargo, son un grupo de partidos que algo significan para la elección, pero siempre en espera de las sobras del gran tiburón que es Morena.
LAS RÉMORAS DEL PRI
El partido tricolor tiene pegados a su suerte al PRD Y AL PAN.
El partido del sol azteca con una presencia mínima y con triunfos en municipios pequeñitos no significa que sea un aliado fuerte. De hecho, ya andan repartiéndose el pastel y algunos de sus dirigentes ya se sienten funcionarios de alto nivel en quincenas y poder de ganar el PRI.
El PAN ya no es lo que llegó a ser hace tiempo y aunque aparece como el que parte el queso para la elección en la alianza VA POR HIDALGO, la verdad es que no pasa de comparsa en el juego del PRI.
Lo que se ve son dos tiburones fuertes y con los dientes bien afilados para la lucha en el mar electoral y partiditos rémoras que se les pegan esperando y soñando que ganan y algo les toca de la batalla.
