Los Piratas de Campeche terminaron la primera vuelta en último lugar con escasas posibilidades de calificar. Sin embargo, despidieron a su manager Tim Johnson y lo sustituyeron por el veterano Jesús Sommers, a quien le habían dado las gracias los Tigres.
Lo cierto es que mejoraron un poco y se encuentran en cuarto lugar con escasas probabilidades de calificar.
Llegaron al Alfredo Harp Helú con una buena racha de triunfos consecutivos, solamente para volver a sucumbir contra los Diablos por dos juegos a uno, como ocurrió en la primera vuelta.
Los filibusteros lucieron una poderosa ofensiva con Jay Austin, Jasón Atondo, Olmo Rosario, Henry Rodríguez, Fernando Pérez y Ásale Sánchez, todos arriba de la cifra mágica, pero dieron cátedra de cómo no correr las bases, de ser sacados en reviradas y terminaron cayendo por 7 carreras a 6, echando por tierra la buena salida de Carlos de León, que había blanqueado a los pingos en cinco entradas, y sosteniendo de más a relevistas como Machuca y Mejía, además de haber preferido pitchearle a Jesús Fabela, uno de los mejores bateadores de la temporada, en vez de a Carlos Figueroa.
Al día siguiente Osvaldo Acosta derrotó al importado Candelario por 4 a 0 con homerun de Japhet Amador.
Y cuando parecía que los Piratas se llevarían fácilmente el del honor con buen pitcheo de Frank Garcés, se vieron alcanzados y tuvieron que batallar 11 entradas para llevarse el triunfo 11 a 8, con victoria par Pino con el primer salvamento de Yair Lozoya, y derrota para Grant Sides.
Así pues con una dirección deficiente y con sus propios errores, vemos muy difícil la calificación pirata.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
