Diciembre cierra un año de logros y retos políticos para el gobierno de Julio Menchaca en Hidalgo, que ha estrechado los vínculos estratégicos con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum y ha perfilado un escenario de redistribución del poder político en los estados de la república, en un rechazo a las antiguas lógicas del centralismo político.
El balance del quiebre político de la derecha a tres años del gobierno de alternancia de Julio Menchaca y el ascenso social de Morena en Hidalgo, los logros de macro obras y avances de las Rutas de la Transformación atraviesan, en este 2025, frente a la crítica coyuntura de los desastres naturales, así como del lobby de presión que han protagonizado los grupos de choque político del PRIAN, en un giro de 180º en sus estrategias de golpeteo político en la nación, frente a su crisis de conducción y representatividad política.
El péndulo del análisis político es complejo y oscila en contextos nacionales y locales que, en Hidalgo, no pueden ser estrictamente disociados y que develan la crisis de redistribución de poder en la que la derecha se encuentra tirando golpes a diestra y siniestra; en un claro propósito de desestabilización del gobierno nacional y local.
La suma entre el ascenso y aprobación del capital político del gobernador Menchaca Salazar, debe ser contrastado con los manejos oscuros y siniestros de una oposición que se encuentra asestando golpes tras bambalinas y tratando de enrarecer el clima social en México e Hidalgo.
El laberinto político
I. Un gobierno de logros
En la suma total, el gobierno de Julio Menchaca en Hidalgo ha generado un piso firme entre las directrices de capacitación pública de servidoras y servidores de las estructuras de gobierno y las metas del Plan Estatal de Desarrollo que, en consonancia con los programas sociales del Bienestar, han generado una creciente expectación ciudadana en base al apoyo gubernamental.
En este trazo, queda de lado el peso de la ideología de izquierda morenista, pero no el valor e impacto de los programas sociales en constante expansión y atención ciudadana en las Rutas de la Transformación.
Infraestructura, crecimiento económico y desarrollo social aparecen en la amalgama con los vínculos del pacto de unidad política entre el gobierno de Julio Menchaca y la presidenta Claudia Sheinbaum.
II. El lobby de presión y choque político
En el primer año de la gestión de la presidenta Sheinbaum Pardo y el inicio del cuarto año de la administración de Menchaca Salazar, los avances sociales han sido el talón de Aquiles del PRIAN y los sectores de la élite económica que han visto, desde las reformas, lastimados sus intereses y que se han aprestado al choque político, lo mismo con la Generación Z, que en unión a grupos de la derecha internacional como Vox de España.
En esta realidad, el PRIAN perdió fuerza en Hidalgo ante el crecimiento político de Morena y el proceso de afiliación nacional en la constitución de Comités Ciudadanos y la consolidación del proyecto 4T.
III. La sucesión transexenal 2028
No ha quedado resuelta la sucesión transexenal en Hidalgo en el plano de su configuración de alternancia política de género, que habrá de decidir el Congreso local. Lo que hasta ahora es nítido, es el hecho de que Morena aventaja políticamente al PRIAN y que no existe mayor escenario de vacío para la continuidad del morenismo en Hidalgo.
El quiebre político de la derecha en Hidalgo genera un balance negativo y de extinción política en sus fuerzas; pero, al tiempo, invita a reflexionar sobre las estrategias de choque político que han imperado, y que el gobierno de Menchaca Salazar ha detectado con prontitud y que merecen una respuesta firme para preservar la armonía, paz social y el Estado Democrático de Derecho.
El gobierno de Julio Menchaca se consolida en capital político y aprobación ciudadana, no se ha desgastado a tres años de su gestión y condensa la firmeza que presentan las estructuras políticas de Morena en los avances de la 4T y la erosión política de una derecha en pleno extravío y depresión política.
