El sexenio se acaba y las tasas de crecimiento superiores al 5% no las veremos. La última vez que la economía mexicana pudo crecer a tasas superiores al 7% fue durante el sexenio del presidente Ernesto Zedillo, después de superar la crisis de los errores de diciembre de 1994.
Es lógico que el discurso oficial se empeñe hasta el último momento en hablar del éxito de las reformas aprobadas en 2013 y, a la vez, el gobierno siga haciendo todo lo posible para diluir las noticias sobre asesinatos, enfrentamientos, secuestros y robos, esforzándose por presentar un “México en paz”, uno de los ejes del plan del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Pero lamentablemente la realidad es otra: el desempleo real va más allá de los 2.7 millones de que hablan las cifras oficiales y hoy más de 34 millones de mujeres y hombres sobreviven en la economía informal; mientras que la cifra de los 55.3 millones de pobres del país, anunciada en 2015, continúa aumentando.
La Asociación México Unido Contra la Delincuencia acaba de presentar la Décimo Sexta Encuesta Nacional sobre Inseguridad Ciudadana, que puede ser consultada en este enlace http://mucd.org.mx/recursos/Contenidos/EncuestaMitofskysobrePercepcindeInseguridadCiudadanaenMxico/documentos2/XVIMUCDConsultaMitofskydiciembre2016.pdf.
Los resultados muestran que el 74.6% de los encuestados ven que la seguridad ha empeorado y hoy está peor que en el sexenio pasado. Esto se debe a que, a diferencia del gobierno federal, ellos viven a diario este fenómeno.
El aumento de la inseguridad y la delincuencia es el resultado de la escasez de fuentes de trabajo, la cual empuja diariamente a más ciudadanos al umbral de pobreza en el país; como resultado de una crisis que sigue enfrentado la economía mundial desde 2008 y cuyos efectos los percibe la economía nacional, apremiada por un aumento de jóvenes que diariamente llegan a la edad laboral, producto del bono poblacional del que disfruta México y no se ha sabido capitalizar para impulsar el crecimiento.
Los resultados de la encuesta en cuestión muestran que las principales zonas urbanas del país, en la Ciudad de México y el Estado de México, es donde se produce la mayor parte de delitos. En la Zona Metropolitana del Valle de México, el 68.6% de las personas acusan haberse visto afectadas por algún tipo de delito; mientras que el 28% afirma haber estado cerca de ser víctima de algún ilícito.
Producto de la infiltración del crimen organizado a las instituciones del gobierno del país, el presidente Felipe Calderón se apoyó en la Marina, de tal manera que hoy, el 59% de las personas encuestadas tiene una mejor percepción y confianza en esta institución, y en el Ejército, el 25%. Lo peor de todo es que los ciudadanos han perdido la confianza en el gobierno y sus instituciones, pues al preguntarle a los ciudadanos quién ganará la guerra contra el narcotráfico, el 56% opinó que será la delincuencia organizada y sólo el 12.5% piensa que lo hará el gobierno.
Podríamos seguir hablando de los resultados que los ciudadanos pueden consultar y analizar directamente, pero resultaría ocioso; lo cierto es que la imagen que se quiere proyectar de México hacia los ciudadanos dista mucho de su realidad, de la que vivimos diariamente millones de mexicanos. Sería mejor reconocer la realidad del país y sobre ella invitar a todas las fuerzas políticas y a la ciudadanía a trabajar para transformarla, algo que nunca va a pasar.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
