El ascenso del feminismo ciego, fundado en un sexismo brutal, ha decapitado la posibilidad de que los seres humanos convivamos en equidad jurídica y prevalezcan los derechos humanos como premisa de preservación de la dignidad de los sujetos sociales.
Absurda rivalidad
La rivalidad absurda que hoy se establece en este feminismo críptico, en vez de generar una conquista de igualdad de oportunidades, se ha convertido en un cuchillo que vulnera al género masculino, y desde el pago de pensiones alimenticias hasta los piropos, la desigualdad legal está causando una miseria humana nunca antes vista en México y el mundo.
Los legisladores y el sistema jurídico deberán revisar, desde la óptica de los derechos humanos, las asimetrías legales en favor de las mujeres que dejan en indefensión a los hombres, que en historias inenarrables de abusos legales de las mujeres, hoy sucumben en leyes ciegas y asquerosas.
Abuso femenino, una realidad
El abuso femenino a nivel legal ha trascendido de tal manera que hoy en la Ciudad de México se castiga y califica al piropo como lascivo y los hombres que los profieran a una mujer podrían ser sometidos a una sanción legal (me pregunto: si una mujer le hace un piropo a un hombre, ¿qué pasaría?) que calificaría un juez, o sea, de todos modos Juan te llamas.
¿Y los hombres violentados?
Nos hemos convertido en sociedades estúpidas, pero lo que es peor, en nombre de una absurda e infamante defensa de la equidad legal femenina, se cometen abusos contra el género masculino, al grado que los suicidios, depresión, acoso sexual, laboral y psíquico, así como violencia inenarrable de mujeres hacia hombres se suceden sin que exista un solo pinche legislador que evidencie la realidad que hoy nos vulnera a los hombres en el país.
Las leyes en favor de la mujer se han convertido en el canis lupus de los hombres, que ahora como corderos al matadero sufrimos castigos y reprimendas legales absurdas y de abuso extremo, sin que medie la cordura o los derechos humanos; para los legisladores y sus leyes valemos madre los hombres, que por el solo hecho de ser hombres somos perversos, lascivos y culeros, en resumen, que todos los males de las mujeres los generamos nosotros.
Leyes para todos
Bájenle de huevos, señores legisladores, creen leyes racionales que amparen a hombres y mujeres en igualdad de oportunidades jurídicas, no sigan bajo el estereotipo de que sólo los hombres somos culeros o perversos y que las damiselas son pétalos de flor, quítense la venda de los putos ojos y miren con claridad.
Como dijo el chapulín colorado: ¿y ahora quién podrá defender a los hombres de los abusos legales y sistemáticos de las mujeres? ¿Habrá un legislador que más allá de su género, guiado por la dignidad y humanidad, me haga caso?, con gusto le elaboro la iniciativa de Ley de Equidad Humana.
Consultoría Política: [email protected]
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
