La más importante es la epopeya de Abel Gance filmada en 1927 con Albert Dieudonné de más de cinco horas de duración. En Hollywood fue representado por Marlon Brando en Desirée de Henry Koster y hace 20 años Antoine de Caunes filmó El señor Napoleón sobre los últimos días del gran corso.
Conviene recordar que uno de los sueños inconclusos de Stanley Kubrick fue filmar una cinta sobre este oficial de artillería que devino en emperador, que obtuvo resonantes victorias y terminó en el exilio en una isla solitaria.
El apreciable Ridley Scott se aprovechó de las investigaciones del director de Naranja Mecánica para realizar un espectacular Napoleón que se exhibe en las dos Cinetecas y en la cartelera comercial.
En 147 minutos el guion de David Scarpa narra el ascenso del personaje (un camaleónico Joaquín Phoenix), sus principales batallas incluyendo Austerlitz, Borodino hasta llegar a Waterloo.
Se incluye también su tormentosa relación con Josefina (Vanesa Kirby) y las intrigas palaciegas que lo colocan en el trono.
La fotografía de Dariusz Wokski es espectacular, y la efectiva edición de Sam Restivo y Claire Simpson es tan puntual que deja la sensación de que merecía ser más larga.
Napoleón resulta pues un espectacular filme que no hay que perderse. aunque en lo personal me sigo quedando con la versión de Abel Gance.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
