Esta semana Hidalgo entero enloqueció con la “filtración” (que no fue ni creación ni estrategia) de una lista donde aparecen los nombres que supuestamente con toda seguridad abanderarán al CDE PRI Hidalgo en los comicios que se realizarán este año. Pero el día de hoy se dio la primera modificación, lo que hace pensar en que pueden venir más movimientos a la filtración del año, que es pero no es.
Se cuenta que ha sido el propio gobernador quien ha dejado de concentrarse en trabajos meramente partidistas para darle mayor juego a la administración pública, cuestión que los tricolores de hueso colorado sienten como una afrenta.
El hecho es que el CDE PRI Hidalgo ha ido perdiendo importancia desde los nombramientos de dirigentes como Ricardo Crespo, Alberto Meléndez y Leoncio Pineda, quienes, dicen, “abarataron el puesto”. Después vino una decadencia en las estructuras, pero sobre todo en el ánimo del exInvencible, donde aún se añoran las viejas épocas del orgulloso estado priista.
Cuando el gobernador Omar Fayad Meneses contendió por su actual cargo lo hizo solo, demostrando que no necesita al PRI, lo que le permitió crear un gabinete lejano de los viejos fantasmas de la corrupción.
Ahora, de cara a las elecciones, encontramos a un Poder Ejecutivo desinteresado en el ejercicio priista que parece abierto a permitir una alternancia, haciendo así historia en el estado de Hidalgo.
