Las presiones políticas le llegan al cuello a la dirigencia de la cúpula de MC, donde su líder vitalicio, Pablo Gómez, da cabida a la “caja china” para desviar la atención de la dictadura perfecta en la que se ha convertido el partido naranja en Hidalgo.
Los coqueteos con la llegada a MC de José Antonio Rojo, al que no le llegaron a las castañas para que abandonara al tricolor de Hidalgo, ha causado un vaivén que ya ni mediáticamente puede contener las presiones políticas para Pablo Gómez, que entre las denuncias de autoritarismo de la diputada Karla Perales como del activismo ciudadano de Guillermo Peredo, han puesto en jaque a la cúpula de MC, donde el tutor Samperio ya no sale al público ni para los temblores.
La pantomima orquestada por Pablo Gómez, pero que no llega a la brillantez y mucho menos gracia del mimo francés “Marcel Marceau”, ha generado impotencia en la estructura de cuadros políticos que, a gritos, le pide a Jorge Álvarez Máynez que, como líder nacional de MC, ponga en orden el poder vitalicio de Pablo Gómez y del tutor Samperio.
Como acotación solicitada por mi vecina Chencha, no deja de causar estupor que el líder nacional de MC haya salido en diversas imágenes en video en las benditas redes sociales como placa de tráiler o gónadas de cerdo -lo mismo da-, cantando y libando con singular alegría; mientras su partido en Hidalgo atraviesa por una encrucijada de enquistamiento de poder que mantiene una opresión vertical de sus militantes.
En estos entretelones, no ha existido un solo pronunciamiento serio o de charada musical donde Pablo Gómez haya hecho un llamado para marcar los tiempos y movimientos de renovación de su dirigencia en MC. Por el contrario, el mutismo de Pablo Gómez es de tal magnitud que ya le salieron pelos al locutor de deportes “el perro Bermúdez”, mientras que a MC, su renovación ha quedado calva desde hace décadas.
Todo indica que la clase política, salvo raras excepciones, ha hecho de los partidos políticos enclaves de petrificación de poder, los cuales se enquistan por herencia maldita o de las brujas de Salem sin que nada ni nadie los pueda depurar, lo que exige que debe presentarse una reforma de alternancia política de partidos para que el poder de cúpula deje de constituir la frontera de la democracia partidista y el freno al abuso de poder.
MC Hidalgo es a todas luces un enclave de poder y sus estragos están causando tanta tensión a su interior que se han escrito páginas antidemocráticas y de dolor en las que hasta el Grupo Universidad intentó controlar al partido naranja con la complacencia de su enquistada cúpula de poder.
El valor de la denuncia de la diputada Karla Perales de MC, que debería cimbrar a la cúpula dirigente del partido, le ha entrado a Pablo Gómez por un oído y le ha salido por el otro, dando paso a un mutismo de naturaleza mítica que no puede seguir subsistiendo.
La diputada Karla Perales tiene los arrestos, al igual que Guillermo Peredo desde su activismo político, para cambiar la faz política de un partido que, gracias a ellos, en Hidalgo, tiene una presencia ciudadana que no puede ni debe ser descuidada y que debe dar paso a una era de democratización de sus estructuras.
Esperemos que el líder nacional de MC, Jorge Álvarez Máynez, le dé el visto bueno al recambio generacional y cree condiciones de democratización del partido naranja en Hidalgo. Lo contrario supondrá que Álvarez Máynez sigue en la charada libando mientras MC Hidalgo queda bajo el sesgo político del autoritarismo de cúpula.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.