Luego de ser eliminados por los Bravos de León en el juego de desempate en el primer torneo tras terminar con 25 triunfos por 30 derrotas, el equipo de Lorenzo Bundy se reforzó y terminó en tercer lugar de la zona sur, con 29 victorias y 27 derrotas. Pese a terminar como líderes de bateo con .313, fueron eliminados por los Diablos Rojos en cinco juegos.
Los poblanos conformaron un equipo bastante competitivo, pero que carecía de banca. La base nacional se consolidó con Alberto Carreón, Sergio Pérez, Antonio Lamas, Ricardo Rodríguez y Oscar Sanay. Bernando Heras se convirtió en una grata revelación en la antesala, mientras que los importados cumplieron, con Delmon Young como uno de los mejores productores y el canadiense Mike Crouse sacó el poder en los playoffs; sin embargo, el equipo resintió la salida de Deric Barton.
En el pitcheo cambiaron de cerrador con la llegada de Jeff Jonson y los velocistas Enrique Burgos, Enrique Oquendo y Winston Lavendier, que apoyaban a los abridores Josh Outman, José Miguel Piña y Daniel Flores, pero el bullpen fracasó lamentablemente en la etapa final, dejando escapar ventajas de 4 a 0 y 3 a 0 en los dos primeros juegos en el Fray Nano, que terminaron perdiendo 8 a 4 y 12 a 4.
Así pues, los poblanos no fueron capaces de repetir la corona obtenida en 2016, y aunque quedan pocos sobrevivientes en el campeonato, tienen una buena base nacional para competir el año entrante, con Bundy con mayor experiencia.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
