¿Quién viene atrás de Morena?

La incógnita de quién presidirá la Junta de Gobierno en el Congreso local ha despertado una discusión que se divide en dos temas que abandera cada bancada: PRI y PAN ponen en primer término la situación jurídica y la irresponsabilidad de Morena por no permitir el normal curso de las sesiones, mientras que para Regeneración Nacional el problema se centra en el peso de la representatividad ciudadana que poseen y, según su juicio, la que les otorga el derecho a presidir la Junta de Gobierno.

Lo interesante en esta discusión es la concentración de actores y grupos que se posicionan en torno a cada postura, logrando generar bloques de poder que en gran parte obedecen a las fricciones y células interiores de cada partido político.

En el caso del PRI existe una bancada de plurinominales que no ha logrado contagiar a su militancia ni convencer a los hidalguenses de posicionarse a su favor, además, ha desplegado una estrategia mediática que parece implicar y dañar la imagen del gobernador debido a la carencia de argumentación.

Los legisladores priistas, en un afán de colocarse mediáticamente para sacar raja política de los sucesos, han logrado que regresen los rumores sobre la separación de grupos en su interior y una endeble dirigencia más escondida que activa.

La bancada de los 17 de Morena ha dejado entrever las fricciones al interior del partido político por dos situaciones específicas: primero, el distanciamiento de Julio Menchaca del tema o del Grupo Universidad; segundo, sus conductas son diametralmente opuestas a la bancada morenista “a modo” de la anterior Legislatura.

Pero aún más interesante es que hicieron notar las fuerzas políticas que coquetean con los emisarios de AMLO, tal fue el caso del breve momento en que Marcelino Carbajal Oliver, diputado del Panal, desapareció junto a aquellos que se fueron de receso.

Por su parte, el PAN logra posicionar hasta en la carrera a la gubernatura a Asael Hernández Cerón, mientras que Daniel Ludlow Kuri aparece con textos que hablan del rumor de pago a las bancadas de las minorías, hablando también de que la representatividad favorece a Morena y el descontrol que sufre el PRI por no ser mayoría.

Somos observadores de una reconfiguración de los grupos de poder en la entidad que trajo como consecuencia las fricciones al interior de todas las expresiones políticas, las cuales comienzan a posicionarse en torno a la carrera a la gubernatura. Aunque sin lugar a dudas el rechazo en redes sociales tuvo nombres y apellidos: Mayka Ortega Eguiluz y María Luisa Pérez Perusquía, por haber sido parte de la anterior Legislatura y conservar su curul, dando pie a cuestionamientos feroces sobre la representatividad.

Otras perspectivas abundaron en la crítica sobre los sistemas priistas como precursores de las tácticas que hoy emplean los 17 de Morena, cuya formación es tricolor. Paralelamente el Revolucionario Institucional y Acción Nacional no logran generar argumentos contagiosos pero Regeneración Nacional logra posicionarse a través del hartazgo social que los llevó a ser mayoría en las elecciones pasadas con un discurso fácil para cualquier campaña: “Fuera el PRI”.

La pregunta es qué hará la bancada de las minorías que, se supondría, es fuerte por arropar a las diferentes fuerzas políticas de la entidad y que se opone a un partido político favorecido por una oleada obradorista.

Entonces, ¿las minorías poseen estructuras y militancia suficiente para generar un equilibrio? ¿La suma de la votación de las minorías es mayor a la de Morena? O, simplemente, los institutos políticos están tan resquebrajados que sus bancadas plurinominales son de lo poco que les queda. ¿Qué partidos emergerán o se reconfigurarán para poder hacer frente a Morena?

Por: Martha Sáenz

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