Ricardo I, su Alteza Serenísima

Después de las amenazas de Ricardo Baptista en contra de quienes se atrevan a hacer y difundir memes, y suponemos de quien hable mal de su persona, con la petición incluso de que el C5i se aboque a cazar a estos canallas (ya ve usted que no hay trabajo en cuestión de seguridad y que lo justo es que el C5i y toda la policía del estado y la Guardia Nacional protejan la imagen de don Ricardo), no sabemos cómo llamarle para que no monte en sagrada cólera. Por lo pronto, y ojalá no nos quedemos cortos, lo llamaremos RICARDO PRIMERO, porque antes de él, nadie.

 

MAJESTAD CESÁREA, LOS LUNES

Pero para un personaje de gran investidura y altura gracias al ladrillo en que lo subieron y le provoca mareos, debemos tener otras opciones. Por ejemplo, los lunes, cuando da sus brillantísimas conferencias muy superiores a las de López Obrador, le podríamos llamar MAJESTAD CESÁREA, como se le llamó al emperador del Sacro Imperio Romano. Si no es mucho pedir, por favor que sus conferencias sean todos los días, para llenar de sabiduría a este estado e iluminar la marcha de Hidalgo, dada su inteligencia y ejercicio ejemplar de buen político.

 

MAJESTAD FIDELÍSIMA, LOS MARTES

El martes se le puede llamar MAJESTAD FIDELÍSIMA, como al rey de Portugal en el siglo XVI. El primero que llevó este título fue el rey Juan V de Portugal por concesión del Papa Benedicto XIV. No sería malo darle este título a Ricardo Primero para borrar esa mala imagen que le dan los memeros, como Simón Vargas, que de acuerdo a su Majestad Fidelísima, se pasa todo el día ideando memes contra él y pues eso no se vale. Ya nos imaginamos al secretario cada mañana reunido con su equipo de trabajo y revisando, antes que nada, el programa “Memero” contra su Majestad. Parece una tontería, pero es lo que denuncia Ricardo Primero, lo que parece revelar el grado de endiosamiento en que ha caído por el ladrillito en el que lo subieron.

 

SU ALTEZA SERENÍSIMA, LOS MIÉRCOLES  

Pero sigamos con los títulos que le debemos a este hijo preclaro de las tierras de Quetzalcóatl y los servidores del Xicuco. Los miércoles bien nos podemos dirigir a él como SU ALTEZA SERENÍSIMA, como se les trató a Agustín de Iturbide y al dictador Antonio López de Santa Anna. Junto con ese título no sería malo añadirle el de “BENEMÉRITO DE LA PATRIA EN GRADO HEROICO”, como también se le dijo al once veces presidente de México.

 

ALTEZA EMINENTÍSIMA, LOS JUEVES

El jueves, y se pregunta a mano alzada si están de acuerdo, le podemos llamar, en plan de reconocimiento a su estatura de gran líder del Congreso, ALTEZA EMINENTÍSIMA , tal como se da al gran maestre de la orden de Malta, que para este heredero de las grandezas de Ehécatl, dios del viento. Aunque no debemos echar en saco roto la posibilidad de llamarle LORD, como a los hijos mayores de los duques, o SU SERENIDAD, o también SU GRACIA.

 

INCENSARIO SAN, LOS VIERNES

Para el viernes se sugiere a quienes tienen trato con nuestro personaje poder llamarlo con títulos de la cultura japonesa, como: SAN, equivalente a señor en muestra de gran respeto. Ya para el uso general el SAN se asocia a la actividad del personaje y en este caso podría ser “Incensario SAN”, o sea Señor Incensario, por sus servicios al jefe Gerardo Sosa.

 

SENSEI, LOS SÁBADOS

El sábado lo pueden saludar como “SENSEI”, término que se refiere a un maestro, a un hombre sabio y en general a una persona docta. En ese caso la expresión sería “SENSEI BAPTISTA”, como expresión de respeto absoluto al maestro.

Todas ellas son sólo sugerencias para poder llamar como se merece a este personaje, al que de acuerdo a su denuncia, persiguen todos, particularmente los habitantes de Palacio de Gobierno, que lo miran con envidia y recelo dada su estatura de Alteza Serenísima.

 

SUGERENCIAS DE REDENCIÓN

Para corregir estas faltas de respeto se pueden tomar varias acciones a la voz de ya, como ir a las mañaneras de AMLO para protestar contra los fifís que se atreven a hacerle memes y criticarlo; hacer una marcha de más de 40 mil manifestantes estilo Antorcha Campesina, aunque a la hora de la verdad sólo vayan unos cuantos; ponernos en huelga de hambre hasta que le pidan perdón; cambiarle el nombre al estado y rebautizarlo como “Richy” para que aprendan a respetar; hacer depósitos en Suiza para una fundación en su defensa que se llame Ricardo Primero, para lo cual se puede pedir el asesoramiento de Gerardo Sosa, que de esto sabe mucho.

Lo cierto es que el señor la riega al oponerse, desde el puesto de poder que le prestó su jefe, a las críticas a las que está expuesto por ser figura pública, al escrutinio público muchas veces concretado en la libertad de expresión del ejercicio del periodismo, y en muchos casos escenario de los ciudadanos que ejercen, como los periodistas, la misma libertad.

Difícil de creer que un presidente de la Junta de Gobierno tome estas actitudes y se sienta agraviado por las críticas a la pésima conducción del Congreso, por su sectarismo y cerrazón, y la opinión que crece en el sentido de que no es apto para ese cargo.

Pero donde de plano Ricardo Baptista perdió toda dimensión de cordura fue en su petición de que el C5i se ponga a su servicio para ponerle en la suya a los que le hacen memes y lo critican, demostrando una falta de sensibilidad ante los graves problemas de seguridad, pues pide que la atención a esos problemas esperen porque tiene la piel delicada. ¡Ah, qué Su Alteza Serenísima!

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Por: Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.


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SUMA Y RESTA - Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.