Como en el caso de su corto Arcángel, se trata de un relato sencillo sobre un tema importante como la pérdida de un ser querido.
La pequeña Valentina (Danae Ahuja Aparicio) es una niña de nueve años de una comunidad oaxaqueña, que ve alterada su vida, al enterarse del fallecimiento de su padre, quien se ahogó en el río.
Entra en un período de negación del que no la sacará el ver el cadáver de su progenitor. “Ese hombre no es ni padre, pues está hinchado y morado” además de que él me prometió una muñeca.
Posteriormente cree que su padre vive en el río y para comunicarse con él, tiene que aprender mixteco, para lo cual deja de ir a clases y su amigo Pedro (Alexander Gadiel Mendoza) le enseña esa lengua.
La directora de Nudo Mixteco trata el período de duelo a través de los ojos de la niña de manera sutil, solidarizándose con la pequeña, como en el caso de La Tirisia, muestra los usos y costumbres de su entrañable comunidad.
Valentina es pues un buen inicio para un banquete de primavera que incluye a veteranos como Werner Herzog y Paul Schader, además del clásico Azul de Kriestoff Kieslowski.,
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
