Sheinbaum y la crisis política en Hidalgo

El estado enfrenta un escenario de lucha intestina que debe superar en pro de la campaña de Sheinbaum y de las estructuras del Gobierno de Hidalgo.

La visita de Claudia Sheinbaum a Hidalgo como coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la 4T en la estrategia de “precampaña presidencial” se produce en un momento delicado para la entidad. Los funcionarios y diputados se han visto desafiados por el crimen organizado del huachicol. Además, se ha generado un gran escándalo en torno al legislador del PT, Edgar H.D., por tráfico de drogas y acopio de armas, cuyo partido forma parte de la alianza de MORENA. También, existe una fractura en la bancada morenista en el Congreso local en el manejo de la disidencia estudiantil de la UAEH, con la probable infiltración del Grupo Universidad.

El paralelismo de la visita de Sheinbaum con la anterior de López Obrador radica en el afianzamiento de la estructura y operación política en Hidalgo de cara a la elección presidencial 2024, en la continuidad de la 4T que en la depuración del antiguo régimen logró deponer el poder del PRI-Hidalgo, pero todavía no destierra el predominio del cacicazgo político y de las añejas prácticas de operación y manipulación partidista en el Congreso local y, mucho menos, disminuir el déficit de pobreza y desigualdad social en uno de los estados con mayor rezago del país.

El estado enfrenta un escenario de lucha intestina que debe superar en pro de la campaña de Sheinbaum y de las estructuras del Gobierno de Hidalgo que, dicho sea de paso, también se ven infiltradas y nutridas por cuadros de servidores públicos emanados y empoderados por el Grupo Universidad.

Sheinbaum no debe hacer oídos sordos tras el mitin en la Plaza de Toros del movimiento REBEL-ARTE frente al Grupo Universidad si desea operar sin contratiempos en Hidalgo, porque los contrapesos de la política local no otorgan certidumbre a la creación de su estructura política, que implica que la depuración local debe ir a profundidad para poder engrosar la estrategia política de Morena que, en torno al lastre epidémico del diputado Edgar H.D., nubla la credibilidad y legitimidad de la alianza morenista en Hidalgo.

El escenario político es contundente, Sheinbaum no puede ganar la elección presidencial sin atender problemas locales del país sólo con el viento e impulso del capital político de López Obrador, por lo que en Hidalgo la tarea es asegurar que el gobierno de Julio Menchaca Salazar depure su estructura gubernamental limpiándola de la hibridación de los diputados de Morena, el cacicazgo político y los intereses en juego del Grupo Universidad, condición esencial para garantizar los votos de Hidalgo en la elección presidencial de 2024.

Por si fuera poco, la ruta crítica que enfrenta Menchaca Salazar frente a la renuncia inminente de su gendarme custodio Santiago Nieto, incrementa el enfrentamiento político con la oposición partidista, la delincuencia organizada, el cacicazgo local y el Grupo Universidad y, desde luego, las exigencias que Claudia Sheinbaum le ha puesto en la mesa para operar la campaña presidencial.