Después de que el líder del PRI Hidalgo, Marco Mendoza, denunciara el allanamiento de las instalaciones donde se revisaron documentos Top Secret, queda al descubierto que el PRI es un asunto clasificado que tiene que ver, seguramente, con que le quita el sueño a alguien de la izquierda o a los hackers rusos.
Mis únicos y queridos lectores, he tratado de revisar de manera por demás acuciosa todas y cada una de las hipótesis del por qué se allanaron instalaciones del PRI Hidalgo, en la búsqueda de documentos Top Secret, y me salieron callos con sangre en las ideas sin encontrar respuesta alguna, pero todo apunta que no se trató de develar algo evidente como la traición a la patria del líder perpetuo del tricolor que fue a Washington.
Para todos aquellos que aún lo sepan o lo desconozcan, mis únicos y queridos lectores, México es una república democrática, soberana e independiente, reconocida a nivel internacional.
La clase política de Hidalgo del antiguo régimen se apresta a una de las mayores crisis electorales en su historia frente a la sucesión transexenal del 2028.
En este escenario, si escrutamos las participaciones que tiene el PRIAN en la escena política de Hidalgo, nos encontramos con posturas intrascendentes de comparsa política, sin que aparezca, hasta ahora, ni una sola propuesta que los haga aparecer con lógica veraz y pertinencia de acciones en la conducción social.
En el último zafarrancho del líder del PRI Hidalgo, Marco Mendoza, la publicación de su pelea con el titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva, Miguel Tello, tuvo más vistas que todas las comparecencias mediáticas desde que es presidente del tricolor. Ni los festejos del onomástico del PRI Hidalgo han sido tan publicitados como la pelea entre Marco Mendoza y Miguel Tello, lo que evidencia que la conducción política de Mendoza Bustamante no sobresale en la palestra pública de Hidalgo.
Empero, este déficit de representatividad pública que experimenta el líder del PRI Hidalgo no sólo está acompañado de la pérdida de legitimidad y credibilidad política de su partido con la sociedad, sino también de las inconsistencias que presenta el líder perpetuo del PRI Nacional, Alejandro Alito Moreno, que, en una actitud de vendepatria, censurada, inclusive por vastos sectores de la derecha en México, ha sido en diferentes dimensiones defendido a capa y espada por Mendoza Bustamante.
La traición a la patria de Alejandro Alito Moreno ha estado acompañada por la cúpula de su partido, esto debido a que no lo ha hecho a título personal, sino como presidente del PRI, lo que salpica a todos los del partido que no se han pronunciado en contra de su comparecencia en Washington, que sigue en la narrativa de que con Morena “México se va convertir en una dictadura comunista”, narrativa que ni El Chavo del ocho creería, pero quizá sí, el 40, Vicente Fox.
*El 40 le apodaron a Vicente Fox porque, decían las malas lenguas, que era cinco veces más pendejo que el chavo del 8 (5x8=40).
En esta atmósfera vale la pena preguntar ¿por qué Marco Mendoza que le exigió al gobierno de Julio Menchaca que investigara los manejos del puente atirantado, acusando al exgobernador Omar Fayad de corrupción, no se ha pronunciado para llegar hasta sus últimas consecuencias en este evento de traición a la patria del líder nacional del PRI?
En todo caso, las ambivalencias de Marco Mendoza y sus devaneos políticos no le abonan en presencia o capital político frente a la ciudadanía.
En el anecdotario de la extrañeza social
El PRI se encuentra publicitando que anda repartiendo tinacos y despensas en el país; el dilema de esta loable medida es que es tan raquítica que los cinco mil tinacos que ha regalado equivalen, divididos entre los 130 millones de mexicanos, a una pulga en un perro con sarna o roña.
Este tipo de estrategias, que en Hidalgo no rezan porque las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca logran capitalizar las medidas de los programas sociales, aleja al PRI de cualquier posibilidad de presencia social. Más aún, la ciudadanía que ha recibido despensas y tinacos regalados por el PRI le hace lo mismo que los infiltrados en el gobierno de Julio Menchaca, sólo que, a la inversa, “reciben las despensas y los tinacos con la mano derecha y con la izquierda votan y apoyan a Morena”.
Las viejas prácticas clientelistas del PRI ya no son el antídoto de control de la ciudadanía para asegurar sus votos, se han vuelto sórdidas y el partido tricolor requiere cambiar sus estrategias.
Entre la traición a la patria del líder perpetuo del PRI y los zafarranchos mediáticos de Marco Mendoza, el resultado es el mismo: desdén ciudadano.
El reclamo de Alito a Noroña envuelve su incapacidad política en un momento donde pende el fantasma del desafuero, lo cual no exime a Noroña de la austeridad republicana que predica. Tan malo el pinto como el colorado.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.