Traición a la patria: la doble cara de la derecha

Ha iniciado la era de la reestructuración política en Hidalgo frente a la violencia de la derecha y el laberinto de la soledad para las estructuras del antiguo régimen que desde el Congreso local traza la alianza PRIAN-MC+PT/GU, en un contexto de redefinición política.

Con la solemnidad y honor de los festejos patrios, el gobernador Julio Menchaca dio su 3er. Grito de Independencia en el palacio de gobierno. Ha iniciado la era de la reestructuración política en Hidalgo frente a la violencia de la derecha y el laberinto de la soledad para las estructuras del antiguo régimen que desde el Congreso local traza la alianza PRIAN-MC+PT/GU, en un contexto de redefinición política.

En este trazo de independencia política de México, se retrotraen las imágenes de servidores públicos del Poder Judicial que se dieron cita en las inmediaciones de la Embajada de Estados Unidos en México para pedir al gobierno de Washington que intervenga para frenar la aprobación de la iniciativa a la reforma judicial, que fue aprobada la semana pasada. Esto es sin duda traición a la patria.

La carta de Genaro García Luna acusando a López Obrador de crear un narcoestado, tampoco es un evento aleatorio, y para afirmar la idea de traición a la patria, el titular de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo, Jorge Valverde, ha señalado que tres nuevas auditorías por investigación de la Estafa Siniestra superan 300 millones de pesos de malversación pública. Nuevamente: traición a la patria.

El complejo panorama y crisis política por la que atraviesa la derecha ha puesto a contracorriente en Morena el inicio de las presiones sobre la sucesión presidencial de 2030 con el arribo de Andrés Manuel López Beltrán, sin arrestos en la palestra pública en México, pero con el peso que prohíja el capital político del todavía presidente de la república y padre de López Beltrán. Esto evidencia que los nombres y actores políticos del morenismo empiezan a perfilar lobbies y bloques políticos que, en Hidalgo, Marco Rico apuntaló horas antes en el Congreso Nacional de Morena que actualizará el modelo de partido, dejando un saldo limpio para las futuras arenas políticas.

Sin embargo, mientras Morena plantea la reestructuración de su modelo de partido, la derecha apuesta por el quebranto de las estructuras políticas en clara sedición y traición a la patria. Se trata, en lo sustantivo, de una estrategia de entreguismo político a Estados Unidos y a la oligarquía nativa que se orquestó frente al fracaso electoral de 2 de junio y que tomó un matiz de Armagedón frente a la aprobación de la reforma al monopolio de la justicia del Poder Judicial.

Las raíces de la traición a la patria de la derecha en México no son nuevas. El complot iniciado meses atrás para frenar el ascenso de Claudia Sheinbaum trazó desde la cúpula empresarial dirigida por Claudio X. González las formas de operación con el gobierno de Washington. Por ende, no resultaron extraños los pronunciamientos del embajador norteamericano en México, Ken Salazar, contra la reforma judicial y, mucho menos, la tardía propuesta de la magistrada Norma Piña de una contrarreforma, cuando, políticamente, la derecha se había suicidado durante décadas por su corrupción, impunidad e ineptitud política.

La coyuntura política que causó para la derecha la aprobación de la reforma judicial, marcó el contexto de involución y anquilosamiento político que viven sus fuerzas partidistas, las cuales han sido ampliamente impugnadas por la oligarquía y sus grupos del centro, norte y sur del país, que ya sostienen reuniones para tratar de relanzar a sus partidos políticos de la añeja guardia como la alianza en Hidalgo PRIAN-MC+PT/GU.

No obstante, el golpe asestado a Alejandro Moreno y Carolina Viggiano por el INE que echó por tierra la reelección y eternización de la reforma estatutaria en el PRI, tiene una lectura política inconclusa en el llamado a la reestructuración política de la oligarquía a sus fuerzas partidistas:

     I. Alito la mano dura a la vieja guardia”

Es perceptible que Alejandro Moreno le dio en el gusto a la oligarquía dirigida por Claudio X. González al deponer a los personajes disfuncionales de la vieja guardia para los intereses económicos y políticos de la oligarquía empresarial y agrícola al exiliar a personeros como Miguel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, Claudia Ruiz Massieu y a los sobrevivientes Dulce María Sauri, Beatriz Paredes y Francisco Labastida, aplicándoles la mano dura”.

      II. Alito el rebelde incontrolable”

Así como Alito resulta ser el golpeador de mano dura en el PRI y en la derecha”, de igual forma es un rebelde incontrolable que no mantiene lógicas de alocución, por lo que sus bravatas incomodan, inclusive, a la oligarquía que no atina a deponerlo o a sostenerlo en el PRI. Todo indica que Alito es un mal necesario en la estrategia política de la oligarquía.

Es este el escenario político donde las fuerzas de la derecha se encuentran poniendo toda la carne en el asador, y donde la traición a la patria se percibe como un mal menor frente a la derrota política de intereses en juego.


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