Trump, dispuesto a todo para permanecer en la Casa Blanca

Es difícil de imaginar que en Estados Unidos, el país más democrático del planeta, hoy se pueda producir un Golpe de Estado. Donald Trump está enfermo de poder y por primera vez en la historia de esa nación, un presidente en funciones es candidato a su propia sucesión, y antes de que las autoridades electorales den su fallo, él anuncia su reelección, pese a no haber terminado el conteo de todos los votos.

Trump lo había anunciado al señalar públicamente que él no era un buen perdedor y no reconocería el resultado de las elecciones si las perdía. El presidente del país que durante décadas fue guardián de la democracia e intervino en uno que otro país bajo el argumento de salvarla, ahora intenta de manera inconstitucional, y con la ayuda de la Corte Suprema de Justicia, evitar su derrota por todos los medios.

La noche del martes 4 de noviembre, Donald Trump dijo: “Me declaro ganador, el resto son detalles, sutilezas de malos jugadores”. Con ello, no sólo se dispone a continuar destruyendo la imagen de su país, sino a extinguir la intrincada democracia estadounidense; él está dispuesto a enfrentar la voluntad de la mayoría de los ciudadanos que han votado en su contra y, con ello, alimentar la división de los estadounidenses, el enfrentamiento racial y la violencia a sus partidarios y a sus oponentes.

Lamentablemente el candidato demócrata, Joe Biden, no ha logrado ganar estados claves que le permitan obtener una victoria rápida e incuestionable. Ni Florida ni Texas quisieron cederle sus votos en el colegio electoral y decidieron apoyar a Donald Trump; ahora la lucha se centra en los conteos de votos en los estados de Arizona, Wisconsin, Michigan y Pensilvania, fundamentalmente.

Sin embargo, millones de ciudadanos que apoyan al candidato demócrata aún tienen la esperanza de verlo triunfar. Precisamente desde su ciudad natal, Wilmington, Delaware, Joe Biden señaló: “Creemos que vamos por buen camino para ganar estas elecciones”, y reafirmó la confianza de millones de ciudadanos que hace cuatro años apoyaron a la candidata demócrata Hilary Clinton y hoy le han dado su voto.

Biden, ampliamente favorecido por las encuestas, está viendo cómo el sistema de elección indirecta pone en peligro su triunfo. Donald Trump ganó Florida y Ohio, dos de los principales estados que pueden arrebatarle el triunfo a Biden, pero los demócratas aún esperan hacerse con los representantes electorales de Michigan, Wisconsin y Pensilvania para oponerlos a los de Texas, Ohio y Florida (ganados por Trump) y enfrentar sus denuncias de fraude y a una Suprema Corte de Justicia conservadora, hecha a la medida del actual presidente.

Por ahora, lo cierto es que el presidente Donald Trump y los republicanos han creado una enorme incertidumbre sobre los resultados, hasta la amenaza de “un golpe de Estado”. Pero en los 32 estados hay más que elecciones presidenciales: los demócratas desean poder controlar el Senado, hoy en manos de los republicanos, mientras esperan mantener el control de la Cámara de Representantes.

Trump ha sido una pesadilla no sólo para la mayoría de los ciudadanos que en 2016 votaron por los demócratas, sino para muchos países como México y Canadá, pero sobre todo para la humanidad; él prometió acabar con el TLCAN y lo sustituyó por un acuerdo comercial con aranceles, revivió el proteccionismo comercial e inició una guerra comercial contra China, con consecuencias letales para el comercio mundial y el crecimiento económico; sacó a su país de los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático y sobre migraciones, así como de los acuerdos de proliferación de armas nucleares y de los acuerdos nucleares con Irán, por lo que el mundo está a la expectativa de los resultados de las elecciones. 

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.