Debajo de la alfombra, mis únicos y queridos lectores, se suele esconder la mugre que difícilmente quita la escoba en las manos de un o una diligente barredora.
La actitud crítica de la presidenta Claudia Sheinbaum, que ha instado a las fuerzas políticas de Morena y sus personeros a que no se cometan excesos, también atiende a un sentido de probidad pública para que la 4T se erija como el ejemplo de gobiernos de izquierda que hicieron la diferencia entre probidad y corrupción.
En este trazo, con lupa, desde la gestión del gobernador Julio Menchaca se deben auditar las anomalías públicas para evitar corrupción como suspicacias sociales que debiliten el capital político de Morena en Hidalgo.
En un clima político convulso, tanto las impugnaciones al alcalde de Epazoyucan, Carlos Montaño, como la del exdiputado Edgar Hernández Dañu cobran relevancia en las implicaciones de firmeza gubernamental que se requieren en estos momentos donde los coletazos políticos se ciernen sobre Morena. Este es un ambiente donde las precisiones de la lectura política se han vuelto ambivalentes, precisamente porque la conducta política de la derecha y la izquierda está oscilando de manera imprecisa, y son pocos los personeros en la izquierda y la derecha que sitúan las cosas con claridad.
Empero, la firmeza pública debe imponerse.
El gobierno de Julio Menchaca ha subsanado los dilemas de diversas administraciones que han sido arqueadas del antiguo régimen, pero, también, debe comenzar a perfilar una postura de firmeza pública que impida que los ayuntamientos que se encuentran en manos de Morena y sus aliados se desvíen de los cometidos y del proyecto político social que los encumbró. Este escenario, también debe primar en las estructuras e instituciones de gobierno.
Sin persecución ni sentencias políticas
Los pronunciamientos del exdiputado Edgar Hernández Dañu sobre que en su persona se cierne una persecución política han quedado a título de narrativa pública, la cual ha desmentido el gobernador Julio Menchaca, cerrando con ello no sólo las suspicacias, sino, también, la serie de especulaciones direccionadas de Hernández Dañu, que intentan un ataque frontal a la administración del gobernador de Hidalgo. Las acusaciones que pendieron sobre la figura de Hernández Dañu no dejaron amplitud de indagatoria de inocencia en su favor; por lo que, nuevamente, las sombras de lo que es y pudo ser no avalan su postura.
Cuentas claras y amistades políticas
Morena Hidalgo ni en su partido ni en la estructura gubernamental puede estar en el ojo del huracán. Se ha trazado desde el gobierno de Claudia Sheinbaum una prescripción abierta a la conducta de las y los personeros públicos en la nación; en esta tesitura, la confianza y vínculo de adhesión política con el gobierno de Julio Menchaca es un escenario que debe ser ampliamente cuidado y preservado.
Las cuentas claras, donde la Contraloría que encabeza Álvaro Bardales ha hecho un trabajo eficiente, se presentan como un instrumento estratégico de apoyo al gobierno de Menchaca Salazar y debe ejercer el poder fiscal que no permita que lo que se dice en prosa se desvirtúe en verso. Las pesquisas de la Estafa Siniestra son un escenario, todavía, no plenamente explorado, lo cual implica que las cuentas aún no están claras.
Bajo la alfombra se esconde la mugre que no puede ser barrida. Morena Hidalgo requiere una escoba presta y unas manos firmes para limpiar su entorno político, antes de que los estragos de las bacterias y los infectados provoquen una pandemia o una Estafa Morena, lo mismo da.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.