Mis únicos y queridos lectores, nada tan esperanzador como que Hidalgo se encuentre en el radar del Plan México y que el gobernador Julio Menchaca, de la mano de la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, haya anunciado dos Polos del Bienestar en Zapotlán y Tula; esta última ciudad que es un ejemplo nítido del ecocidio político de los gobiernos del antiguo régimen, que hoy es proyectada gubernamentalmente para emerger como el ave Fénix de sus cenizas.
En este entretelón, los encontronazos ciudadanos frente a los estragos que ha causado la carencia de una planeación urbana en Hidalgo se presentan como un efecto delicado y que debe permitir a las instancias gubernamentales crear un entramado de verdad histórica que registre estas contingencias climáticas que lo mismo presentan crisis hídricas que inundaciones.
La reflexión de fondo, mis únicos y queridos lectores, se centra en que el modelo público que ha primado en los municipios en torno a la planeación urbana es insostenible. Estamos en presencia de un arcaísmo urbano que ya no es posible sustentar en Hidalgo y que se encuentra causando ecocidios políticos con dirección de ecocidios sociales.
Debemos entender que, en la prospectiva de los gobiernos municipales, es necesario crear una planeación urbana en escenarios a futuro que permitan contemplar variables como el crecimiento demográfico de la población, las migraciones urbanas, así como las migraciones internacionales, los asentamientos irregulares y factores a nivel transcultural que inciden en la armonización social.
Es apreciable que el gobernador Julio Menchaca sea sensible y atingente a los estragos climatológicos que han desatado un desastre social en Hidalgo. Empero, dentro de la Unidad de Planeación y Prospectiva, que encabeza Miguel Tello, pueden y deben ser planteados los argumentos de un modelo sustentable de desarrollo urbano, cuya trascendencia permita armonizar las presiones sociales que se han presentada de cara al ecocidio político en el que nos encontramos.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.