El presidente del Tribunal Electoral de Hidalgo (TEEH), Leodegario Hernández Cortez, presentó su segundo informe al frente del organismo y, en entrevista, fue cuestionado sobre la reforma electoral y el recurso contra la revocación de mandato.
Respecto a la posible eliminación de los Organismos Públicos Locales (Oples), señaló que darán el debate, pues su postura ya ha sido clara.
En cuanto a la eliminación de los diputados plurinominales, el magistrado manifestó su desacuerdo al considerar que son una herramienta que garantiza la representación de las minorías.
“Por eso hemos luchado toda la vida, por la democracia y porque todos se escuchen. Creo yo que lo que se tiene que cambiar es la vía por la que llegan, tal vez si acaso hacer el planteamiento que exista una lista donde la representación sea de aquellas personas que también han hecho campaña como es en Hidalgo”, señaló.
Sobre el recurso contra la eliminación de la revocación de mandato en Hidalgo que recientemente se interpuso en el TEEH, puntualizó que es el primero que llegó y que aún se encuentra en análisis, pero adelantó que en aproximadamente 15 días estarán en condiciones de resolverlo.
COMUNICADO OFICIAL SOBRE EL INFORME:
En un tiempo en que la confianza en las instituciones se tambalea y la política suele medirse más por el cálculo que por la ética, Leodegario Hernández ha demostrado que la integridad sigue siendo una fuerza capaz de convocar y unir. Lo ocurrido en su segundo informe de labores no es un hecho menor: 27 presidentes municipales acudieron a su llamado. La cifra, que podría leerse como un simple dato protocolario, es en realidad la señal inequívoca de un liderazgo cimentado en credibilidad y respeto, algo que no cualquiera puede presumir en la arena pública.
Hernández Cortez no llegó a este lugar por azar. Su biografía se entrelaza con la historia de la democracia hidalguense: las marchas, las plazas, las batallas por que los triunfos electorales fueran respetados, cuando resistir era casi un acto de fe. De ese pasado de lucha brota su presente como servidor público, que no olvida de dónde viene ni quiénes lo acompañaron en el camino. Ese ejercicio de memoria lo distingue frente a una clase política que con frecuencia olvida que el poder sólo tiene sentido si se ejerce para servir.
El Tribunal Electoral de Hidalgo, bajo su presidencia, se ha transformado en algo más que una instancia de resolución de conflictos: se ha convertido en un espacio de diálogo, pedagogía y cercanía con la ciudadanía. El programa Diálogos por la democracia y la justicia electoral ha llevado la reflexión jurídica a pueblos y comunidades, demostrando que la democracia se construye desde abajo, en el contacto directo con la gente, y no solo desde los escritorios. Esa apertura, inédita, envía un mensaje potente: la justicia electoral no puede ser hermética, debe ser entendida y apropiada por la sociedad.
Su gestión también ha fortalecido el órgano jurisdiccional desde dentro: mejoras en la infraestructura, capacitación, creación de nuevas oficinas y modernización administrativa que dan solidez a la institución en vísperas de la inminente reforma electoral nacional. Todo ello confirma un liderazgo que combina visión jurídica con eficacia administrativa.
No se trata solo de lo hecho, sino de lo simbolizado. En un Estado con profundas heridas de desconfianza hacia la política, la presencia de decenas de alcaldes en su informe manda un mensaje: el árbitro electoral cuenta con legitimidad social y política, y su presidente es un referente de respeto transversal. Ese capital, forjado en décadas de coherencia, lo coloca como figura clave en la discusión sobre el futuro de los órganos electorales locales.
El desafío no será menor: la inminente reforma electoral pondrá la mesa la permanencia de los tribunales estatales. Hernández Cortez ha anticipado que participará con prudencia y firmeza en ese debate. Y ahí radica la trascendencia de su liderazgo: defender no solo a una institución, sino a la idea misma de que la justicia electoral debe estar cerca de la gente.