Una vez que la ratificación de mandato del gobernador Julio Menchaca ha quedado como prueba empírica de su aprobación ciudadana y capital políticos, mis únicos y queridos lectores, la derecha en Hidalgo tendrá que replantear sus estrategias de conducción política y mirar la cuesta arriba de los escenarios en 2026, que no le auguran un porvenir promisorio.
Sin autocrítica y, lo que es peor, sin un proyecto político válido, el PRIAN en Hidalgo ya sufre el escarceo político de su migración frente a los partidos Movimiento Ciudadano y Verde Ecologista, que parecen condensar la expectativa política del éxodo y desbandada política.
Desde el naufragio político
El éxodo de actores políticos del PRIAN ha marcado la línea descendente del control político de estos partidos desde su verticalidad y segregación de su base militante. En esta lógica, los actores políticos del PRI y PAN se reducen a personeras y personeros que han perdido capital político y que, en modo alguno, podrán erigirse en conductores viables a la sucesión transexenal a la gubernatura de Hidalgo en 2028.
El descalabro político en crescendo del PRI Hidalgo es de tal magnitud, que no se le puede considerar un partido protagónico de la escena política. Más aún, el hecho de que Nueva Alianza -que está aquejado por las multas del INE- se haya erigido en la segunda fuerza política de la entidad y que Movimiento Ciudadano y Verde Ecologista constituyan una opción de alternancia para el éxodo y migración de PRIAN, impone como reflexión de forma y fondo que los pocos cuadros políticos que aún se adhieren al tricolor y al blanquiazul no podrán nutrir en tiempo y espacio la capilaridad de actrices y actores políticos que requieren.
Los puntos sobre las íes
La desbandada política que no reconoce, ni por asomo de dudas, Marco Mendoza, líder del PRI Hidalgo, en plena negación de la realidad, ha marcado un aislacionismo político de tal magnitud que hace inteligible o comprensible, mis únicos y queridos lectores, el hecho de que hace unos meses atrás se vitoreara la figura de Mendoza Bustamante desde el elefante blanco de bulevar Colosio, al grito de “gobernador”, bajo la lógica de que, fuera de él, es decir, de Marco Mendoza, qué otra cara le queda al PRI para ser representado.
El escenario de la derrota y la quimera del éxito
Admitamos el hecho de que Marco Mendoza pueda llegar a la nominación de su partido para contender a la gubernatura de Hidalgo.
El escenario presagia derrota y sólo se constituye una quimera política, debido a que Marco Mendoza no cuenta a todas luces con el capital político para una empresa de tal magnitud. En todo caso, en una hipótesis viable, la actual senadora por Hidalgo, Carolina Viggiano, tiene el capital político para intentarlo, pero, al tiempo, todo indica que sería derrotada ante la nominación pendiente de Morena a la gubernatura.
El déficit político
¿Existe un escenario donde el PRIAN en Hidalgo pueda crear actrices y actores políticos frente al reto de la contienda por la gubernatura?
Aproximadamente, hace un año que entrevisté a la senadora Carolina Viggiano, mis únicos y queridos lectores, y reconoció que no habría ganado la elección frente al entonces candidato a la gubernatura de Hidalgo, Julio Menchaca. En esa entrevista, la vértebra analítica giró en torno a la erosión del PRI, pero no se tomó en cuenta el poder y capital político de Morena, como si todo se tratara de una cuestión endogámica en el tricolor.
El déficit político del PRI Hidalgo enuncia que la concentración del poder de su cúpula dirigente ha obstruido el ascenso de los cuadros políticos de su militancia y, por ende, enclaustrado toda posibilidad de construcción dinámica de nuevas actrices y actores que hayan construido su capital político.
La derecha se queda sin actores políticos y ello se suma al péndulo de una crisis política de la cual sólo podrá sobrevivir, pero no detentar el poder frente a Morena en Hidalgo.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
