Hace unos meses se estrenó “Churchill”, una convencional biografía de Jonathan Teplitzky sobre el gran estadista británico, pero “Las horas más oscuras”, del talentoso Joe Wright (“Expiación y pecado”, “El solista”) resulta mucho más interesante, sobre todo por la espléndida actuación de Gary Oldman, quien acaba de ser nominado al Oscar como mejor actor.
Poco después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro Neville Chamberlain (Ronald Pickup) es destituido y el único que puede ocupar su lugar es Churchill; sin embargo, el estadista debe enfrentar las intrigas palaciegas del propio Chamberlain y del Vizconde de Halifax (Stephen Dillane), quienes son partidarios de firmar un tratado de paz con Hitler. Incluso el mismo rey, Jorge VI (Ben Mendelsohn) se muestra desconfiado del premier, que ha prometido al pueblo británico “sangre, sudor y lágrimas”.
La trama es vista a través de los ojos de la joven secretaria Elizabeth Leyton (Lily James) y su esposa, Clemmie (Kristin Scott Thomas). En una de las mejores escenas del filme, vemos a Churchill dándose un baño de pueblo conviviendo con la gente en el Metro, algo que sería muy recomendable para los políticos actuales, pero sin sus aparatosos equipos de seguridad.
La cinta es una especie de prólogo para la espléndida “Dunkerke”, de Christopher Nolan, que también fue nominada al Oscar, por lo que no deben perdérsela.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.