AMLO capitaliza la depresión política

Tras la derrota, las fuerzas opositoras a Andrés Manuelovich se diluyen, y pese a que faltan varios meses para que se dé el cambio de mando, ya el virtual presidente domina la escena política y social y el gobierno de Peña Nieto pasa a segundo término.

La misma ciudadanía parece esperar con apetito la toma de posesión del tabasqueño; el tiempo no tiene sentido y transcurre esperando el tan ansiado futuro promisorio, pero la realidad es cruenta y Tultepec nos devuelve a lo cotidiano, mientras la clase empresarial apoya a AMLO y desde Los Pinos todo se prepara para dejar la transición política sin problemas, incluso el mismo Peña Nieto, insiste en la concordia.

López Obrador capitaliza el cisma político, se le ve confiado y tranquilo, otorgando tranquilidad a sus acciones en público; navega como ningún otro candidato electo en México. En los hechos, todas las fuerzas políticas y sociales ya lo conciben como presidente de México, por lo que todo está dicho y nada del escenario político calienta, salvo los actos de beligerancia en Puebla, es decir: sólo la violencia política y no política nos despierta.

La depresión política de la oposición sólo deja ver lamentos y reacciones iracundas, pero no aparece la imaginación política que retroalimente su existencia para la ciudadanía, la que se burla por medio de campos visuales y de las redes sociales del fracaso de los partidos tradicionales, mientras que a MORENA se le mira como la esperanza de México.

El esplendor de Manuelovich y de MORENA tiene retos claros y la presión de los resultados en tiempo y espacio tendrá que mostrar la eficiencia de hacer y constituir gobierno; los ojos de propios y extraños se asoman, por lo que cualquier desaguisado, cualquier torpeza o inconsistencia será duramente impugnada.

AMLO se unió a diferentes grupos y fuerzas políticas, por lo que no puede, ni podrá, amarrar las intenciones de poder de los grupos subalternos que integran su movimiento. Así que no nos extrañe que puedan existir realidades de desencuentro, es decir, que alguien la cague y que embarre a Manuelovich por pulcro que resulte como presidente.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.