La Ciudad de México se muere de sed

Es lamentable que desde hace décadas el país se deforesta y los mantos acuíferos son explotados al compás de una “modernización” que nos amenaza a todos. La corrupción e impunidad sobre el uso privado del agua ha crecido a pasos agigantados y los grandes consorcios, como Coca-Cola, venden agua purificada, al igual que lo hacen infinidad de organismos, controlados o no,  por el gobierno.

 La Ciudad de México ha rebasado las lógicas de urbanización y su planificación, en los hechos hasta su zona conurbada se perfila como una de las anomias de la carencia de protocolos de asentamientos urbanos, de flujo migratorio y de oportunidades sociales, cuestión que no sólo atenta contra el uso del agua y de los mantos acuíferos, sino también incide en el aumento de delincuencia, homicidios, inseguridad, tráfico de drogas, incapacidad de respuesta educativa, en fin, problemas que se multiplican a pasos agigantados.

Todos sabemos que existe infinidad de colonias de la Ciudad de México que no han visto agua por décadas, que no cuentan con agua potable, porque el hecho de que salga de la llave no significa que es agua apta para el consumo humano, problema que no han solucionado las administraciones y que hoy impone un reto para el nuevo gobierno morenista.

El dilema del agua en México, como en otros países del orbe, tiene que ver mayoritariamente con corrupción e impunidad; su apropiación privada ha sido solapada por gobiernos y gobernantes, mientras los ciudadanos quedan indefensos ante empresas que se enriquecen con el vital líquido.

En la Ciudad de México, las mujeres se han convertido en las custodias del agua en las colonias y barrios donde precariamente llega el preciado líquido, lo juntan en recipientes y lo racionan, pero no es agua potable, por lo que tienen que desembolsar dinero para comprar agua purificada, lo que afianza el poder de los mercaderes del agua y aprisiona a los ciudadanos.

En algún tiempo cercano habremos de presenciar la “Guerra del Agua”, veremos más de cerca enfrentamientos urbanos por esta causa y también desolación y muerte, porque la mesa de la corrupción e impunidad ya está puesta y algunos ya engordan sus bolsillos al amparo de controlar el agua.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.