Los Tigres de Quintana Roo fueron conformando un equipo muy competitivo que terminó en tercer lugar con 33 victorias por 21 derrotas, eliminó a sus acérrimos rivales los Diablos Rojos en cinco encuentros, y obligó a los Leones de Yucatán a siete juegos para derrotarlos.
Su cuerpo de abridores, encabezados por los importados Barry Enright y Anderson Álvarez, se vio reforzado al final con el regreso del maestro Pablo Ortega, que empezó la campaña lesionado, y con la incorporación de Javier Solano, quien llegó procedente de los Sultanes, donde tuvo problemas y fue cambiado por Castillo.
Los relevistas Derrik Loop, y Raúl Barrón cumplieron una buena campaña. Al bat, Brian Hernández tuvo una soberbia campaña bateando .379 y 46 producciones, bien apoyado por los importados Jason Burgois (.317 y 6 cuadrangulares). C.J Retherford fue líder de cuadrangulares con ocho, mismos que tuvo el veloz Alonzo Harris.
Los veteranos Rolando Acosta y Francisco Córdoba tuvieron una buena temporada, el primero bateando .337 y el segundo conectando cinco cuadrangulares en los playoffs.
Para completar la poderosa batería llegó Manny Rodríguez de los Acereros, lo que mandó a la banca al prometedor novato Ramón Osuna y al veterano Luis Mauricio Suárez.
Así pues, la escuadra de Tim Johnson quedó redondeada y seguramente seguirá siendo protagonista en el segundo minitorneo.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
