AMLO: uno de los políticos más decepcionantes de 2021

El 25 de diciembre se cumplieron 30 años de la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y uno de los legados de ese régimen fue el nacimiento del objetivismo, una corriente filosófica (o tal vez un positivismo) de la escritora pertersburguesa Alisa Zinóvievna Rosenbaum (Ayn Rand), quien afirmaba que decimos en esta época del año (siempre en pro de la buena voluntad expresada en forma secular, material y terrenal): “Feliz Navidad”, y no “Arrepiéntete y llora”. El objetivismo fue un antagonista del control gubernamental junto con otras ideas en torno a la libertad económica, como lo fueron las ideas de los Chicago boys, las de los miembros de la escuela austriaca de economía, las de los anarquistas de todo tipo y las de un crecido número de pensadores que inspiran, el día de hoy, a todo tipo de ideólogos. 

Hago esta introducción para dos cosas: la primera es para desearles, a quienes leen esta columna, una feliz navidad de la forma en la que lo haría la filósofa de Atlas, Ayn Rand; la segunda es para remarcar que una de las causas que más motivan a los individuos es que el gobierno no determine su destino, y ese es el caso de los analistas de política internacional Enrique Fonseca, Alberto Rodríguez y Enrique Couto, quienes expusieron, el 24 de diciembre, a las personas que, a su juicio, fueron los políticos más decepcionantes del año.

Bajo el antecedente de que no se está juzgando a los peores políticos del mundo sino a aquellos que habrían podido hacer bien las cosas y las hicieron mal, los especialistas antes mencionados consideraron como los políticos más decepcionantes a Joe Biden, a Ursula Von der Layen y a Andrés Manuel López Obrador. A continuación, haré una recopilación de lo dicho por los analistas y, para no perder el sentimiento con el que inicié este texto, haré algunas citas de Ayn Rand, que considero son acordes a cada uno de los tres políticos.

Los motivos que colocaron en esta lista a Joe Biden, presidente de Estados Unidos, fueron, en primer lugar, retirar sin técnica al ejército de Afganistán, de forma tal que hubo rehenes militares por parte de los talibanes, colaboradores de origen afgano muertos en ejecuciones sumarias y control estatal por parte de fanáticos religiosos que adolecen de un modelo constitucional de gobierno; y en segundo lugar, que las políticas públicas que impulsa el presidente no son acordes a la realidad económica del país y que, conforme a ellos, a principios de 2022, la inflación alcanzara su nivel máximo, habrá un incremento de precios de 6.8% y un incremento al gasto público similar al que hubo durante la segunda guerra mundial. 

El personaje de ficción John Galt pronuncia las siguientes palabras en La rebelión de Atlas, tercera parte, cap. II: <<Soy John Galt quien habla>>: “Habéis oído decir que ésta es una época de crisis moral. Lo has dicho tú mismo, en parte con miedo, en parte esperando que esas palabras carecieran de sentido. Habéis clamado que los pecados del hombre están destruyendo el mundo y habéis maldecido la naturaleza humana por resistirse a practicar las virtudes que exigíais. Como la virtud, para vosotros, consiste en sacrificio, habéis escogido más sacrificios tras cada nuevo desastre. En nombre de un regreso a la moralidad, habéis sacrificado todas las maldades que considerabais la causa de vuestra desgracia. Habéis sacrificado la justicia a la piedad. Habéis sacrificado la independencia a la unidad. Habéis sacrificado la razón a la fe. Habéis sacrificado la riqueza a la necesidad. Habéis sacrificado la autoestima a la autonegación. Habéis sacrificado la felicidad al deber. 

Habéis destruido todo lo que considerabais malo, y habéis conseguido todo lo que considerabais bueno. ¿Por qué entonces os estremecéis horrorizados al ver el mundo a vuestro alrededor? Ese mundo no es el producto de vuestros pecados, es el producto y la imagen de vuestras virtudes. Es vuestro ideal moral hecho realidad en su total y absoluta perfección. Habéis luchado por él, habéis soñado con él…”.

De acuerdo a Enrique Fonseca, lo que ha llevado a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Layen, a esta lista de políticos decepcionantes, es impedir que nazcan empresas innovadoras, permitir que los burócratas controlen todo el tejido económico e iniciar nuevas crisis de deuda, ergo, atacar a las economías libres y adolecer de responsabilidad fiscal: la titular de la comisión ha destinado, como medida de reactivación post pandemia, 1.8 billones de euros en apoyo directo a los países miembros de la comisión y 500 mil más en ayudas a negocios, los cuales están siendo destinados a la renovación de edificios públicos, a producciones de series de televisión y a empresas que están bien conectadas con el gobierno, es decir, a grandes empresas, lo cual es ofensivo a la población, porque ese dinero no llega a las personas comunes y podría significar una inflación de 4.9%, la más alta desde que se introdujo el euro en Europa. 

Respecto a esta mujer cito el pensamiento de la escritora en la voz de Francisco D’Anconia en la Rebelión de Atlas, segunda parte, cap. II: la aristocracia del pillaje: “¿Alguna vez os habéis preguntado cuál es el origen del dinero? El dinero es un instrumento de cambio, que no puede existir a menos que existan bienes producidos y hombres capaces de producirlos. El dinero es la forma material del principio según el cual los hombres que desean tratar entre sí deben hacerlo por intercambio y dando valor por valor. El dinero no es el instrumento de mendigos que claman tu producto con lágrimas, ni el de saqueadores que te quitan por la fuerza. El dinero lo hacen posible solo los hombres que producen. ¿Es eso lo que consideráis malvado?”.

Finalmente, hablan del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, diciendo como primeras líneas que de él no esperaban gran cosa, pero aún así superó las expectativas negativas. Según la revista El País y el canal de YouTube Visualpolitik, siete de sus ciudades se encuentran convirtiendo al país en el epicentro de la violencia y de los homicidios en el mundo: Celaya, Tijuana, Juárez, Ciudad Obregón, Irapuato, Ensenada y Uruapan. Afirman que Andrés Manuel no es el responsable de la violencia, pero que él se comprometió a apaciguar al país con una política llamada “abrazos, no balazos”, consistente en foros de paz por todo el país que fueron suspendidos por las protestas de familiares de las víctimas (o de las víctimas directas) de la violencia. De la misma forma se afirmó que Andrés Manuel es el presidente con los peores datos de criminalidad en la historia del país; después de ello se hizo énfasis en que el presidente mexicano ha sido el peor gestor de la pandemia al ser el quinto país con más fallecidos en todo el mundo, pero el peor gestor de todos los países similares en renta, el peor por haber tenido beneficios económicos derivados del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, el peor por el récord de remesas que han entrado al país en esta administración y el peor para la recuperación post-pandemia porque su perfil anticapitalista ha alejado a varias multinacionales que pudieran apoyar a México al tiempo que ha incrementado la pobreza y la pobreza extrema. 

Ragnar Daneskjold, el filósofo y ladrón en la rebelión de Atlas, segunda parte, Cap. VII: La moratoria de cerebros, dijo: “…Ése es el horror que Robin Hood inmortalizó como ideal de rectitud. Se dice que luchó contra los gobernantes que saqueaban y les devolvía el botín a quienes habían sido robados, pero ése no es el significado de la leyenda que ha sobrevivido. Se le recuerda, no como un campeón de la propiedad, sino como un campeón de la necesidad; no como un defensor de los robados, sino como un proveedor de los pobres. Se le considera el primer hombre que asumió un halo de virtud al practicar la caridad con una riqueza que no le pertenecía, regalando bienes que él no había producido, haciendo que otros pagasen por el lujo de su lástima. Él es el hombre que se convirtió en el símbolo de la idea de que la necesidad, no el logro, es la fuente de los derechos; que no tenemos que producir, solo querer; que lo ganado no nos pertenece, pero lo no ganado sí. Se convirtió en una justificación para cualquier mediocre que, incapaz de ganarse la vida, había exigido el poder de disponer de la propiedad de los mejores, al proclamar su deseo de dedicar su vida a sus inferiores al precio de robar a sus superiores. Ese ser, la más vil de las criaturas…, el doble parásito que vive de las llagas del pobre y de la sangre del rico, es lo que los hombres han llegado a considerar un ideal moral. Y eso nos ha llevado a un mundo en el que un hombre, cuanto más produce, más cerca está de perder todos sus derechos, hasta que, si su capacidad es lo suficientemente grande, se convierte en una criatura sin derechos, entregada como presa a cualquiera que demande, mientras que para poder ser colocado donde todo se le permite, incluso el saqueo y el asesinato, lo único que un hombre tiene que hacer es estar necesitado”.

Toda vez que la filósofa rusa amaba la navidad más que cualquier otra fecha, me despido con una última cita con alto contenido moral y de profundidad randiana, para desearles felices fiestas y un próspero año nuevo: En nombre de lo mejor que hay en ti, no sacrifiques este mundo a quienes son lo peor de él. En nombre de los valores que te mantienen vivo, no dejes que tu visión del hombre sea distorsionada por lo feo, lo cobarde, lo necio que hay en los que nunca han merecido ser llamados hombres. No dejes de tener presente que el estado apropiado al hombre es una postura erguida, una mente intransigente y un paso que recorre caminos ilimitados. No permitas que tu fuego se extinga, chispa tras irremplazable chispa, en los desahuciados pantanos de lo aproximado, lo casi, lo aún no, lo nunca jamás. No dejes que el héroe en tu alma perezca, en solitaria frustración, por la vida que merecías, pero nunca has sido capaz de alcanzar. Examina tu recorrido y la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseabas puede ser alcanzado, existe, es real, es posible, es tuyo. 

“Pero ganarlo requiere tu total dedicación y una ruptura total con el mundo de tu pasado, con la doctrina de que el hombre es un animal sacrificable que existe para el placer de otros. Lucha por el valor de tu persona. Lucha por la virtud de tu orgullo. Lucha por la esencia de lo que es el hombre: por su soberana mente racional. Lucha con la radiante certeza y la absoluta rectitud de saber que tuya es la Moralidad de la Vida y que tuya es la batalla por cualquier logro, cualquier valor, cualquier grandeza, cualquier bondad, cualquier alegría que alguna vez haya existido sobre la tierra.” (La rebelión de Atlas, tercera parte, cap. II: <<Soy John Galt quien habla>>).

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Por: Iván Mimila Olvera

Abogado y asesor en materia constitucional y autor de los libros "Cuestionario de Derecho Constitucional" y "Cuestionario de Derecho Constitucional de los Derechos Humanos". Actualmente es litigante en activo y asesor de diversas organizaciones de la sociedad civil.


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CONSTITUCIONALISMOS - Iván Mimila Olvera

Abogado y asesor en materia constitucional y autor de los libros "Cuestionario de Derecho Constitucional" y "Cuestionario de Derecho Constitucional de los Derechos Humanos". Actualmente es litigante en activo y asesor de diversas organizaciones de la sociedad civil.