Hacía mucho tiempo que no habíamos escuchado críticas tan encontradas sobre una cinta como "Baby, aprendiz del crimen", sexto filme del británico Edgar Wright, el director de "Scott Pilgrim", que muchos consideran una obra maestra y otros un simple churro.
En realidad este filme no es ni lo uno, ni lo otro. La historia del propio realizador recuerda clásicos como "Driver", de Walter Hill y toda la saga del transportado; cuenta la historia de Baby (Ansel Elgort), un extraordinario conductor que ha quedado en manos del cerebro criminal de Doc (Kevin Spacey), tras robarle una valiosa mercancía que debe pagar. El chico sufrió en su infancia un accidente automovilístico en el que murieron sus padres y que lo hace oír un constante zumbido, por lo cual todo el tiempo escucha música. Baby conoce y se enamora de la guapa mesera Débora (Lily James), pero no puede apartarse de Doc, que comete robos cada vez más audaces con psicópatas como Bats (Jaimie Fox), Buddy (Jon Hamm) y su pareja, Darling (Eiza González).
Uno de los atractivos de la cinta es su espléndido reparto, que incluye a dos ganadores del Oscar; el otro es una banda sonora que incluye clásicos como Golden Earing y otros grupos.
Toca a los amables lectores decidir si aman Baby driver o son de los que la repudian.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
