Caravana migrante, entre el derecho y la polémica

Sé que las personas se incomodan al leer o escuchar argumentos mordaces, pero son ciertos y demostrables social y económicamente hablando. El caso particular es el de los migrantes, tema que está en boga actualmente y la mayoría de las personas dan opiniones y argumentos falaces; se cree que el derecho humano es el top de la jerarquía social y humana cuando realmente es la economía la que está por encima, ya que sin recursos no se puede salvaguardar un derecho. Por ejemplo, aunque se tenga el derecho a la vida, con argumentos o dialéctica no puedo persuadir a un ladrón que me quite mis pertenencias o a un violador que no ultraje a mi novia o esposa, es necesario invertir en las instituciones y personal para que esto no suceda.
Por ende, al hablar de derechos se debe de velar primordialmente por la economía de un Estado y la seguridad de éste, de hecho desde el plano del bloque de convencionalidad el artículo 12 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos en su texto señala:
1- Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a circular libremente por él y a escoger libremente en él su residencia.
2- Toda persona tendrá derecho a salir libremente de cualquier país, incluso el propio.
3- Los derechos antes mencionados no podrán ser objeto de restricciones salvo cuando éstas se hallen previstas en la ley, sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la salud o la moral pública o derechos y libertades de terceros, sean compatibles con los demás derechos reconocidos en el presente pacto.

Como se puede observar, hasta el derecho de tránsito está restringido por derechos mayores o desde otra óptica y por ponderación sobre derechos que cobran una mayor relevancia debido a que se encaminan a un bien mayor.
En el caso de los migrantes primeramente se debe de abordar en el tema económico, pues nuestro país no tiene la capacidad económica de acogerlos, ni siquiera éste y el próximo gobierno tienen la capacidad de acoger a los nuestros.
Un sofisma es decir que somos un país de tránsito, pues muchos migrantes se establecen en el centro del país, los que no pueden pasar a EU no regresan sino que se asientan en en la frontera mexicana, como en Tijuana, y los más desafortunados en su paso son interceptados y captados por células del narco, se vuelven delincuentes, ya que en su país pertenecieron a organizaciones delictivas y traen ese aprendizaje que bien se puede vender.
Ahora desde el punto histórico no se puede manejar la falacia de que Estados Unidos o nuestro mismo país creció económicamente gracias a los migrantes, y que eso pasó de los 40 a los 60 pero eran otros tiempos donde realmente esos países necesitaban gente para laborar, crecer y desarrollarse. En 2018, ni EU ni nuestro país necesita de ese número de gente. Ni siquiera tenemos trabajo para nuestros desempleados, ni dinero para los asegurados y pensionados, mucho menos para foráneos.
Diría un amigo: “las fronteras de un país no pueden ser tan laxas”, y tiene mucha razón ya que no se puede permitir el ingreso de migrantes sin antes atender nuestras circunstancias y hacer un análisis político – económico sobre ese ingreso.

Por: Armando Nieto Hernández

Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle Pachuca; maestro en Derecho Procesal Constitucional por parte de la Universidad Panamericana; miembro del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México. Jurista, filósofo, escritor, amante del arte, la poesía, la música, los libros y el buen vino. Especialista en temas de carácter constitucional, político y económico-social.






EN LA OPINIÓN DE... - Armando Nieto Hernández

Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle Pachuca; maestro en Derecho Procesal Constitucional por parte de la Universidad Panamericana; miembro del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México. Jurista, filósofo, escritor, amante del arte, la poesía, la música, los libros y el buen vino. Especialista en temas de carácter constitucional, político y económico-social.