La tensión política se incrementa en la alianza opositora y bosqueja la imagen de impotencia para la cual jamás estuvo preparada: la derrota.
La radiografía de la élite política en Hidalgo, en estos momentos aciagos de su devenir histórico, nos muestra a una cúpula política que encabeza el PRI, en rendimientos políticos decrecientes, donde su incertidumbre es producto de su decadencia de conducción social; la pérdida inenarrable de su interlocución partidista en el poder del estado.
Posterior al diálogo de desencuentro protagonizado por la candidata al Senado, Carolina Viggiano, con la cúpula del CCE Hidalgo y su participación en el Foro de Propuestas Políticas organizado por COPARMEX -el cual se mantuvo en un marco idóneo, sin mayores cuestionamientos del auditorio-, la candidata oriunda de Tepehuacán de Guerrero fue cuestionada por la prensa sobre la denuncia interpuesta por la candidata al Senado, Adriana Flores, en su contra por violencia política en razón de género y sobre la disculpa que le exigió la cúpula del CCE por las declaraciones y descalificaciones vertidas por la implementación de parametría en una encuesta que no le favorece a la alianza opositora. Las respuestas de Viggiano Austria fueron afables, irreconocibles, incluso, empáticas.
Todo indica que la élite política del antiguo régimen en Hidalgo se ha extraviado. Es prudente plantear la revisión de la reacción de Viggiano Austria en un momento político álgido, donde las perspectivas de éxito electoral para la oposición se han diluido, pese a que ella habrá de ser senadora por el estatus plurinominal.
En el proselitismo de campaña, Viggiano Austria se mantuvo bajo un esquema reactivo, donde la beligerancia de su retórica hacia el oficialismo fue dura, inquisidora y, como ella misma admite, “en el papel de oposición” a un régimen que, para la élite política del antiguo régimen, es un verdadero fiasco político.
A contracorriente, la mayor parte de la ciudadanía se regocija por este escenario de frustración de la élite política del antiguo régimen -no sólo en Hidalgo-, porque la adhesión ciudadana al proyecto de López Obrador ha inclinado las tendencias de la intención del voto en favor de Morena y, también, en una creciente aprobación y legitimidad sobre la administración del tabasqueño.
Este escenario es el que marca cuestionamientos de extrañeza sobre la postura política de Viggiano Austria, que pasó de un discurso reactivo y beligerante a una retórica afable, de adversarios políticos y no de enemigos del Estado, de concordia y construcción política.
El cisma político que vive la élite del antiguo régimen en Hidalgo, explica las variables de su desesperación, virajes bruscos de retórica y posturas inconsistentes.
El énfasis de la derrota política suele aleccionar al perdedor que, en la inteligencia de la realidad, debe evaluar los signos del proceso de la derrota; condición que no está presente en la alianza opositora que, después del segundo debate presidencial, debe estar consciente de que, desde hace décadas, había llegado el lapso de reestructuración política, la cual estuvo ausente y que hoy, es una amarga y dolorosa realidad.
La crudeza de la realidad que vive la alianza opositora debería generar cuestionamientos de forma y fondo para su posible reestructuración en la conducción político-social como:
¿Por qué la narrativa política en contra del gobierno morenista de López Obrador, le hace lo que el viento a Juárez?, ¿por qué Claudia Sheinbaum visita con denodada insistencia Hidalgo?, ¿qué le depara a la oposición la configuración del bastión morenista en Hidalgo?
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
