La primera participación de los Sultanes de Monterrey en la Liga del Pacífico terminó con su eliminación en los playoffs ante los Yaquis de Ciudad Obregón en cinco juegos.
A pesar de una buena primera vuelta en la que consiguió seis puntos, la escuadra comandada por Homar Rojas tuvo una segunda vuelta de pesadilla, con apenas ocho triunfos y 24 derrotas, ocupando el farol rojo y llegando a la postemporada angustiosamente.
Ya era bien sabido que, por ser un equipo de expansión, no dispondría del mejor material ni de sus peloteros estrellas en verano, pero esto se agudizó cuando, al término de la primera vuelta, se le fueron el cerrador Ralph Garza, Issmael Salas y otros peloteros. Sus sustitutos no funcionaron. Nick Struck se lesionó y Josh Judy se quedó con toda la responsabilidad.
Para colmo de males, el que había demostrado ser su mejor cañonero, el norteamericano Michael Choice, abandonó la nave antes de los festejos navideños; el veterano José Amador llegó en su lugar e hizo lo que pudo, pero resultó evidente la falta de bateo oportuno.
Ya con la inercia perdedora, fue fácil víctima de los Yaquis, que, además, impusieron récord de victorias en el circuito. Los aficionados también resintieron esta mala racha y las asistencias fueron raquíticas, muy alejadas de las grandes entradas del verano.
La primera experiencia de los Sultanes en invierno fue un fracaso, aunque sentó las bases para mejorar el año entrante.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
